Capítulo 12

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Siente una picazón en la punta de los dedos que lo obliga a centrar su mirada en ellos. Es el intento más estúpido que ha tenido hasta ahora y la vergüenza más grande también, porque le está siendo imposible desvestir a Taylor.

Cada centímetro que le descubre la piel lo hace querer arrancarle la ropa y se siente demasiado presionado porque puede sentir la mirada del alfa sobre él.

—¿Por qué no estás en celo? —sus palabras salen rasposas y aunque no es la pregunta que le hubiera gustado hacerle, sí es de la que más le interesa una respuesta.

—No siempre estaremos los dos en celo. —se encoge de hombros y sonríe cuando logra bajarle el pantalón.

No quiere tener una discusión, no de nuevo. Necesita aliviarlo, estar con él.

Quizá es solamente el impulso estúpido para comprobar que le sigue gustando y que sigue siendo él... Aunque eso es algo que ya lo sabe.

Se lame los labios y su mirada recorre el cuerpo del alfa hasta encontrarse con sus ojos cafés.

—Deberías estar en celo. —vuelve a repetir.

No le dice nada, está demasiado enfocado en sacarle los pantalones y a decir verdad, le parece increíble lo torpe que es a pensar de tener la mente lúcida.

Creía que el celo era el causante de nublarle la mente, entorpecer sus pensamientos y distorsionarle la realidad, alterando sus emociones, pero no.

Es la sola presencia de Taylor.

Sus manos se deslizan por la piel del alfa hasta que sus dedos se encuentran con el borde de los calzoncillos que lleva puestos, los cuales no le dejan nada a la imaginación. Pasa su dedo sobre el borde, tocando ligeramente la punta del miembro del alfa quien vibra bajo su tacto.

Entonces le saca los bóxers de un jalón, y se posiciona bien sobre sus rodillas, aferrándose a las piernas del alfa.

Por un breve instante la sola idea de realizarle un oral lo paraliza, porque en sus recuerdos no era tan grande.

Una de sus manos lo empuña y comenza con movimientos suaves cuando lo escucha maldecir.

Siente el cuerpo caliente, como si hubieran prendido fuego en él y esa es la amenaza que necesita para inclinar su cuerpo y dejar un fugaz beso sobre la coronilla del miembro.

—¡Ah! —se muerde el labio cuando el gemido se escapa y tira su cabeza hacia atrás. —Estás jugando conmigo...

—No lo hago. —su lengua se desliza sobre su longitud, despacio, gozando los espasmos que el cuerpo del alfa le regala.

Los dedos del alfa se envuelven entre el cabello del omega, sujetándolo con firmeza, haciéndolo gemir. 

—Chúpalo. —aquella no es una sugerencia, no cuando siente el fuerte agarre sobre su cabello y la mirada del alfa está oscura, fija en él.

—Es lo que estaba haciendo. —sus pestañas bailan sobre sus ojos, buscando lucir inocente.

—Lo quiero dentro de tu boca.

—Yo lo quiero dentro de mí.

Necesita que Taylor lo toque o poder tocarse él mismo, aunque de ser así sabe que terminará cuanto antes.

No tiene el suficiente tiempo para procesar lo que acaba de decir, porque su boca se abre y deja que el alfa se deslice dentro, lo suficientemente profundo para sentir arcadas.

Aunque ha practicado con algún juguete le es imposible hacer lo mismo con el miembro del alfa, porque ha medido mal y no ha ejercitado lo suficiente para poder llevarlo todo a su boca.

Maktub •Taynic Galikhar•Where stories live. Discover now