Capitulo 11

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POV PETER

Dos meses...dos mald¡tos meses desde que todo había comenzado y ya no tenía control de nada.

Había presumido que mi plan era perfecto, sin fallas. Había asegurado que lo llevaría a cabo sin errores pero no había contado con algo fundamental;

Mis sentimientos por ella.

Lo había pasado completamente por alto y ahora pagaba el precio.

Después de estar como un zombi y autómata haciendo lo que tenía que hacer para rendir aunque sea mediocremente en la Universidad y después de verme a mí mismo mucho más destruido que hace cuatro años ahora veía que mí interior parecía tan patético como lo era en la realidad y había descubierto de la peor manera que toda persona tiene un límite del cual no puede pasar sin autodestruirse en el intento.

¿Destruido? Sí...hasta llegar al punto de descubrirme a mí mismo llorando en forma desconsolada al interior de mi auto aparcado en algún lugar apartado por horas.

Patético...

Y lo peor de todo era que no había hora del día que no pensara en Lali y en todo lo que había pasado entre nosotros. No me la había cruzado en la Universidad, ni en el casino, ni en ningún lugar – Tampoco la había acosado secretamente - y en parte era lo mejor para mí en estos momentos. No tendría fuerzas como para de observar de lejos su cuerpo, sus ojos...ni sus labios, sin querer tocarlos y hacerlos míos.

Estaba devastado porque, luego de haber armado todo el embrollo, de haberme metido con cuanta falda se me cruzara y de estar cegado por la rabia, lo único que había conseguido había sido el que ya mi vida no tuviera sentido lógico. Simplemente sentía como si ya no tuviera vida más que...

Vengarme y fallar en el intento.

Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo delantero indicándome de una llamada. Mire el identificador y bufé hacia el nombre de Euge... sin embargo contesté

-Euge –

-Hermanito ¿Dónde estás? – me dijo sonando algo enojada pero entusiasta.

-En la universidad- le respondí sin ganas - ¿Qué quieres? – No tenía necesidad de preguntar en todo caso, yo ya sabía de qué iba todo esto...como siempre.

-Necesitamos conversar –

-Si es de Lali, no...-

-Espérame en tu departamento, por favor – me interrumpió y después me colgó sin dejar siquiera que contestara. Noté que su voz había sonado una súplica, lo que me dejo curioso e inevitablemente – y sin explicación lógica – esperanzado.

¡Rayos! ¿Pero qué esperanza podría tener si yo mismo me había encargado de estropear todo? ¿Y porque tenía yo que arreglarlo?

Esperen un momento...es que yo... quería o deseaba que Lali...

Me levante de un solo movimiento y me puse en marcha hacia mi departamento sin cuestionarme nada, a estas alturas ya ni sabía lo que quiera conmigo, ni con mi vida ni mucho menos con ella. ¿Venganza? No, ya no tenía caso pues había terminado peor que antes y ya no tenía fuerzas para enfrentarla sin doblegarme a lo que sentía. ¿Rencor, rabia? Tampoco, solo existía dolor en mí. ¿Amor? ...no tenía la respuesta.

Estacioné en el edificio viendo como Euge estaba recargada en la puerta de su auto con la mirada perdida en su teléfono celular. Me acerqué sin que ella lo notara, le toque el hombro y mi hermana mayor respingó en su lugar regalándome una sonrisa de oreja a oreja, tan propia de ella.

-¡Peter! - se lanzó a mis brazos eufórica y yo le respondí, después de todo era mi familia –
¡Estamos en la misma ciudad y casi ni nos vemos! – me reprochó.

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