Capitulo 3

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-No lo entiendo Mar. – Benjamín insistía luego de decirle claramente mis intenciones con él.

No me cabía en el cabeza como alguien como él pudiera ser tan testarudo. Con sus ojos, su cuerpo, su sonrisa y su personalidad podían conquistar a quien él quisiera, ¡Se los aseguro! Es más, sabía qué tenía su sequito de admiradoras en la facultad, con las cuales se había "divertido" lo suficiente, según su fama. Entonces, ¿Por qué insistía conmigo? Le hubieran funcionado sus técnicas de conquista si tan solo no estuviera tan enamorada...No por nada había tardado 5 años en darme cuenta de lo mucho qué amaba a Peter.

Cinco años de errores y equivocaciones qué desearía borrar... pero no era posible.

-Es qué no hay nada qué entender Benjamín, fue un error. De verdad lo siento, no debería haber sucedido – le dije por enésima vez, Estaba cansada ya de repetirlo.

Además este paseo al borde de la playa me estaba aburriendo. La verdad es qué me gustaría recorrer el borde de la playa con este atardecer de la mano de otro chico. Más específicamente de uno de ojos Verdes y pelo Castaño.

Inevitablemente mis pensamientos se dirigieron a él.

Después qué se fue, lo busqué disimuladamente con mi mirada pero no lo vi ¿Adonde se habrá ido? Realmente quería qué cuando regresara – qué esperaba fuera muy pronto- no mal interpretara este paseo con Benjamín. Sé qué estaba celoso. ¿Por qué apareció Benjamín justo el día después de nuestra conversación? Era mi mala suerte haciéndose presente.

Comprendía sus dudas eran naturales, pero también me preguntaba ¿No podía tener más confianza en mí?

-Pero paso, no lo puedes borrar- Dijo posicionándose enfrente mío.

-Lo sé – cerré mis ojos derrotada.

Era verdad había pasado... para mi desgracia. Esa noche estaba desesperada, sabía qué solo faltaban unos días para venir a la casa de los Lanzani después de todos estos años. Esta vez no me pude negar – agradezco, ahora, no haberlo hecho -y sabía qué irremediablemente lo volvería a ver a él.

Al dueño de mis tormentos y de mis latidos.

Después de aquél beso inocente yo... yo era suya. Incluso quizás antes de eso ya me gustaba pero ¿Cómo saberlo si lo veía completamente imposible?

Me convencía a mí misma "Tengo qué dejar de sentir esto qué me agobia cada vez qué conozco a un chico qué me caía relativamente bien", Me lo repetía una y otra vez sin
resultados... al amor no lo puedes hacer desaparecer como por arte de magia. ¿Verdad?

-Solo te pido qué lo dejes pasar – agregue suplicante antes de seguir con la caminata y dejarlo atrás. No demoro en seguirme el paso.

-No puedo. Me gustas y mucho ¿Hay algún inconveniente con eso?- Me tomo del brazo e hizo girarme para encararlo.

-Si lo hay, amo a otra persona Benjamín– ¿Cómo no entendía? Por el amor de Dios.

-¿Quién es? Según me conto tu amiga, no estabas con nadie en la universidad –...

-¿Quién es? Según me conto tu amiga, no estabas con nadie en la universidad – Dijo entrecerrando los ojos. Había hablado con Euge ¡claro! Ella no sabía nada de mi amor por su hermano menor. Era el único secreto qué no había compartido con mi mejor amiga de la vida.

-Ella no lo sabe, además no tengo porqué darte explicaciones. Te estoy diciendo la verdad, porqué no quiero darte falsas ilusiones-

-Pues no te creo. Lali, tienes qué darte una oportunidad de ser feliz. Conmigo lo serias- Me aseguro acercándose peligrosamente a mis labios.

MiaWhere stories live. Discover now