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Olivia dedicó aquella tarde en su casa para prender el tele con el partido de Argentina, preparase unas milanesas de carne con ensalada y agarró su computadora y descargó todas las fotos de su cámara.
Hizo varias tandas, primero hizo las de Matías, luego Blas, más de trabajo como la de los paisajes o más artísticas.
Así hasta llegar a la última foto, la descargó a todas y las guardó en carpetas diferentes con el nombre de quién se tratase.
Las envío a sus amigos y está le agradecieron y le halagaron todo su trabajo aquellos meses. Sonrió de oreja a oreja cuando leyó todos aquellos mensajes.
Pero la borró de su rostro cuando escuchó el timbre de su casa sonar y retumbar en toda la casa. Se paró de su silla y salió de el comedor para dirigirse a la puerta y abrirla.
Vio la figura de Matías detrás de esta, saludando con su mano derecha.
—¡Hola!— Olivia sonrió—. ¿Cómo tenés la dirección de mí casa?
—No importa.
Olivia levantó los hombros y lo invitó a pasar, cerró la puerta con llave otra vez y se dirigieron juntos al comedor. Matías, con la boca abierta, recorrió lo que pudo ver de la casa sorprendido, era gigante.
—Sentate— Matías le hizo caso y se sentó en la silla de al lado de donde estaba ella, echándole un vistazo a la computadora que estaba abierta en un par de fotos de la montaña.
Olivia puso a calentar el agua para el mate mientras se preguntaba que hacía Matías en su casa, que necesitaba, y como tenía la dirección de su casa.
—Linda casa.
—Si vos decís...— Olivia agarró su mate y empezó a ponerle la lleva mientras la mirada de Matías se clavaba en su espalda a unos metros de ella.
Cuando el mate estuvo listo, lo llevó a la mesa y tomaron juntos. Olivia cerró algunas pestañas que tenía abiertas que no le hacían falta y le mostró a el castaño lo que él le había pedido ver, sus fotos.
—Salgo re facha acá— señaló la pantalla de la computadora donde el estaba apoyado en unos almohadones contra el avión y sacando el dedo de el medio a la cámara.
—Pensé que estabas enojado conmigo en ese momento— dijo Olivia cambiando la foto y Matías volteó a verla.
—Puede ser...
Olivia le pegó en el hombro con una sonrisa la cual fue contagiada hacia Matías.
Lo que Olivia no sabía es que aquel día de la fotografía fue el día después de que Matías la halla encontrado besándose con Felipe en la terraza de el hotel.
