Trilogía mañana 2 (REBELIÓN)

CAPÍTULO 6

Desperté cuando un rayo de luz me golpeó con fuerza la cara. Estire mis brazos y mire el reloj que llevaba puesto, era muy tarde. Ya pronto teníamos que ponernos en marcha, me levanté un tanto asustada, debían haberme despertado hace ya un par de horas.

Ofir me miraba atentamente, se encontraba recostado de la roca cerca de donde yo dormía.

Me acordé de las veces en las cuales dormimos juntos y en que su mirada al levantarme era lo mejor que podía ver al despertar. Extrañaba tanto verme en esos ojitos cada mañana.

—Ofir ¿Qué sucedió?¿Porqué no me despertaron? —pregunté levantándome con rapidez—. Me tocaba hacer la guardia.

—No se preocupe sargento, otro soldado se ofreció a reemplazarla, y la hizo por usted. Ian afirmó que es de confianza, así que no hay nada de que preocuparse.

Fue evidente el tono en el cual me habló. Lo conocía muy bien y sabía de sobra que estaba molesto, pero no entendía muy bien porqué.

—¿Sucede algo cabo? —cuestione mirándolo.

Sus ojos estaban llenos de furia, ¿Qué le sucedía?

—Lo noto algo tenso y molesto.

—Nada sargento, es solo…  que uno no termina nunca de conocer a las personas.

Ofir se marchó dejándome con la palabra en la boca. Me dolió ver la manera en la que me habló. Estaba dolido, aun así yo no le había hecho nada, al contrario, fue el quien me ignoró por tres meses, y me cambió por otra mujer.

Yo era la que debería estar enojada, yo que creí en todo el amor que el decía tenerme y que al final resultó siendo mentira. Iba ir a buscarlo y arreglaríamos esos problemas ahora mismo. Por fin le confesaría que lo amaba, pero que iba a olvidarlo aunque se me fuera la vida entera en ella.

—Aquí ojo de Águila a Tigre banco, responda.

La voz del teniente Jeff me hizo sobresaltar.

—Aquí Tigre blanco, le escucho.

—¡Aborte la misión!, repito aborte la misión —repuso el hombre.

No podía dar crédito a lo que me decía, algo malo estaba pasando. Era como si un remolino de problemas se formara a mi alrededor. Una tormenta sin fin que hacia de mi vida un caos.

—¿Qué pasa?, exijo una explicación —replique, en voz baja.

—Regrese a la base es una orden sargento —grito un sujeto al otro lado.

Conocía esa voz y ahora entendía el motivo de esa conversación. Todo tenía sentido.

—Señor presidente, exijo saber los motivos de esta decisión. Porque si son personales, no abortare la misión —exclame en respuesta a mi padre.

—Osiris hija, es una locura lo que estas haciendo. Vuelve a la base, alguien más te puede reemplazar —argumento papá.

Estaba muy preocupado y lo entendía, era razonable que pensará de esa manera.

—Por favor hija vuelve, tu madre esta al borde de un ataque, no soportaríamos perderte.

—Padre entiende, me escogieron a mi por algo, esta es mi misión, es mi trabajo. Lo que debo hacer, si no aprendo a ser una buena soldado, ¿ Dime entonces que seré? —agregue sentándome en una roca a la orilla de la entrada de la cueva—. Padre yo te entiendo, sin embargo esta es mi decisión y prometo hacer todo lo que este en mis manos para volver con vida. No me pidas que regrese ahora porque no lo voy a hacer.

—Hija, tu eres mi hija y yo...

—Padre confía en mí, esto es lo que soy —respondí a su comentario aun sin terminar.