enzo vogrincic.

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Alexa & Enzo



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Si me preguntan mi vida en Madrid iba maravillosa, a pesar de que seguía viviendo en un hotel, todo parecía ir de fascinación. Mudarme a España estoy segura había sido la mejor decisión que había tomado.

Hasta que una madrugada me dio por levantarme para ir al gimnasio pues me estaba costando conciliar el sueño, y fue ahí cuando lo vi, haciendo abdominales en la mitad del gimnasio del hotel. Era un chico medianamente alto, con un cabello de ensueño y unas facciones totalmente armoniosas.

Desde que lo vi por primera vez no pude negar lo atractivo que era, así que al siguiente día volví a la misma hora para ver si de casualidad me lo podría volver a encontrar, y así fue. Los días iban transcurriendo y yo me lo encontraba la mayoría de las veces que lo iba a buscar.

Siendo muy honesta no hacía ni lo más mínimo de ejercicio, solo me dedicaba a usar el aparato más cercano de donde él estuviera para poderlo admirar con discreción.

Hoy era jueves por la mañana, normalmente iba al gimnasio alrededor de las dos-tres de la mañana pero ese día se me hizo tarde, llegué al lugar a las cuatro de la mañana pues me había quedado dormida. No tenía ninguna esperanza de encontrar al chico, así que por primera vez en varios meses decidí hacer ejercicio.

Por un sutil momento voltee a ambos lados del lugar para verificar si efectivamente el chico no estaba ahí, no había señales de él así me dispuse a buscar algo que hacer pero una voz me hizo pegar un pequeño salto del susto.

― Acá estoy ya deja de buscarme ― giré mi cabeza rápidamente al oír una gruesa voz detrás de mí, era él, estaba parado detrás de mí con su ropa de ejercicio y sudor corriendo por toda su frente.

― No se de que estas hablando ― tuve que fingir que no me había perdido por unos segundos en mar café de su ojos que me dejaron totalmente hipnotizada

― Dale, yo se que vos me has estado espiando ― abrí los ojos con sorpresa ¿Acaso era demasiado obvio? no podía creer la vergüenza que estaba pasando

― ¿Yo? ¿Espiarte? Ni en tus mejores sueños ― con el propósito de evitar su mirada, me voltee para seguir mi camino hacía donde sea que el viento me llevará

― Yo se que solo venís a estas horas para verme, si sos demasiado obvia ― apresuro su paso para tomarme de la cintura, haciendo que detuviera

Me resignaba a mirarlo, moría de vergüenza, ¿Que se supone que le diría? ― Te equivocas, vengo a estas horas porque es el único horario en el que puedo venir

― Así también sos una pésima mentirosa, Alexa ― lo miré por primera vez a los ojos con confusión, él sabía mi nombre ¿Pero como? ― Parece que vos no sos la única que ha estado espiando a alguien

Apretó el agarre de su brazo en mi cintura, con su otra mano me tomó del mentón para que alzara la cabeza y lo mirara directamente a los ojos. Aquella escena era como sacada de un libro de romance, la tensión en aire hacía que el oxígeno no entrará adecuadamente a mis pulmones y juró que pensé que me derretiría en sus brazos.

― Vos y yo el sábado, una cita, paso por ti ¿Tu habitación es la 101 verdad? ― volví a abrir mis ojos con sorpresa, esa ya era demasiada información ― Lo sabía, nos vemos hasta entonces

Simplemente eliminó todo contacto que pudiera haber entre nosotros dos y salió por la gran puerta de vidrio que separaba el gimnasio del pasillo. Yo simplemente me quedé estática, no sabía ni que pensar sobre lo que acababa de ocurrir. Hasta que una notificación me llevó al celular, distrayendome por completo.


Número desconocido

"Soy Enzo por cierto, habitación 116 por si me necesitas antes del sábado"


Al leer el mensaje fue la gota que derramó el vaso para que mi confusión estallará, este tipo tenía hasta mi número. ¿Qué mierda? 
















-mar

ONE SHOTS. cast lsdlnWhere stories live. Discover now