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Tétrico.
Justo como se lo imaginaba, solo que el olor a azufre era más fuerte allí, aunque su nariz comenzaba a acostumbrarse a el.
—No es Kansas—murmuró Percy al recordar el vago y triste recuerdo de su madre apunto de dejarlo en la academia Yancy
—¿Como?—Preguntó la de cabello rubio totalmente confundida hacia su joven novio cuando volteó a mirarlo al mismo tiempo que Annabeth.—Nos fuimos de Kansas hace cuatro días, Perseus.
Ahora los cuatro se encontraban escondidos detrás de unas rocas tratando de pensar a donde ir.
—Concéntrate—Regañó la morena, estaban en un terreno desconocido, lo último que necesitaban era que alguno no estuviese en si cuando las cosas se descontrolaran.
—Si. No, es que...—Percy volteo hacia una preocupada Chris que lo observaba fijamente, fue allí cuándo fingió una sonrisa, debía enfocarse—No tiene importancia
De todas formas se aseguraría que ella y Annabeth vieran películas con él, aunque seguramente primero debería buscarle a alguien en el campamento a su nueva amiga, no le gustaría que fuese la tercera rueda, ya tenían a Grover, bromeaba, él adora a Grover, al final Chris terminaría siendo la tercera rueda.
O quizás él.
—Chicos, ¿es ese quién creo que es?—Soltó Grover apretando la bolita roja anti-estres que comenzó a chillar en cada movimiento.
La mirada de los semidioses siguió a donde miraba el nervioso satiro.
—Caronte, el barquero, llevando a los recién llegados por el rio Estigia—Informó Annabeth hacia un grupo de personas que caminaba en fila a la distancia por medio de toda la niebla del lugar—Eso significa que allí está la puerta principal
—Vamos. Quizás podamos llegar primero—Expresó la de cabello rubio levantándose del suelo para que Percy fuese el primero en hacerlo seguido de Grover que no dejaba de apretar la pelotita.
—¿Y si mejor me dejas llevarla?—pidió la de trenzas con un leve tono comprensivo y cansado, adoraba a su amiga pero el sonido le estaba fastidiando bastante, la situación y el horrible chirrido era simplemente fastidioso.
—Claro, lo siento—Susurró apenado el de pequeños cuernos para entregarla el objeto a Annabeth, que asintió más tranquila para levantarse del suelo.
—Vamos—susurró Chris extendiéndole su mano a Grover para que este la tomara y sin dudarlo lo hizo agradeciéndole con una leve sonrisa, ahora comprendía a Percy cada vez, su amiga siempre velaría por ellos, justo como lo estaba haciendo ahora porque sabía lo ansioso que estaba él, a pesar de que todos estuviesen igual.
Percy ladeo una sonrisa, si no era Luke, la estupida ardilla, la cebra o Ned Flanders del Lotus, no había nada de que preocuparse, era Grover, fácilmente ellos podrían adoptarlo legalmente y no habría ningún problema con eso.
