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—Esto es increíble—Murmuró Chris con sarcasmo al notar como su cabina estaba totalmente destrozada, hace un par de minutos un policía los había buscado para llevarlos al área de compartimentos sin decirles nada.
Ahora sabían por qué el hombre lucía tan molesto y aterrado con ellos.
Percy admitía que a pesar de la aterradora situación que se les estaba presentando, tenía que darle el mérito a la persona que destruyó su cabina porque estaba parado junto a Chris y ella parecía no importarle menos eso.
—¿Pueden explicar esto?—Cuestionó con voz seria el hombre de canas hacia los cuatro niños que miraban incrédulos la cabina
—Espere, ¿Cree que nosotros hicimos esto?—Siseo Percy indignado, admitía que había hecho muchas cosas malas en su vida y hace poco decapitó a una mujer con cabello de serpiente pero... eso era demasiado, incluso para él.
—¿Lo hicieron?
—¿Ustedes cree que aún seguiríamos en el tren?—Soltó la castaña con un mal tono y el hombre frunció el ceño hacia la mocosa irrespetuosa, si antes dudaba ahora comenzaba a creer en la versión de la mujer que declaró contra ellos.
—Señor, cuando fuimos a desayunar todo estaba intacto—Intervino Grover para apaciguar la molestia del hombre—No sabemos que ocurrió aquí
Annabeth negó confundida sin dejar de ver el lugar destruido frente a ella, algo había hecho eso y si era lo que creía, entonces debías salir de allí lo antes posible.
—Tenemos una testigo aquí—Anunció el de cabello cenizo para que todos miraran a una señora que hablaba con otra policia a una distancia de ellos—Dice que escuchó una ventana rompiéndose y luego voces de niños
—¡Oh, vamos!—Se quejó Percy completamente enojado.
—¿A que hora se fueron de la cabina?
—¿A la hora del desayuno? ¿No escuchó a mi amigo, señor?—Expresó la de ojos avellanas con altanería, no les iban a creer si una persona adulta declara falsamente, eran niños y generalmente nadie les creía a los niños.
—Jovencita, cuide su tono—Declaró el de uniforme mirando seriamente a joven de camisa de rayas, ya había contando dos, uno más y la llevaría a la primera estación que encontraran en la siguiente estación.
—Usted cuide s...
—¿Estamos bajo arresto?—Interrumpió de pronto Annabeth utilizando el mismo tono que Chris, la diferencia era que ella estaba siendo más fría y sin arrogancia
—No sea grosera, no creo que quiera hablarme de esa misma forma que su amiguita—Regaño el hombre hacia la de trenzas, una ira atravesó el pecho de la castaña, ¿ella estaba siendo grosera?
¡Ni si quiera lo había intentado!
—Solo responda la estúpida pregunta, señor—Siseo la hija de Artemisa cruzándose de brazos para mirar sin expresión alguna al molesto policía—¿Estamos bajo arresto?
