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Denisse cerró su casillero con un suspiro de alivio.

Las semanas de exámenes finalmente habían llegado a su fin, y con ellas, la esperanza de unas merecidas vacaciones.

La tarea de ayudar a los maestros a ordenar los salones la mantenía en la preparatoria hasta tarde, y aquella tarde no fue la excepción.

Mientras se dirigía por los pasillos casi desiertos, sintió que alguien la acorralaba. Levantó la mirada para encontrarse con Bruce, un rostro pícaro que no le agradaba en lo más mínimo.

— Nos volvemos a encontrar, Nessie — dijo él con una sonrisa burlona.

Denisse, al verlo, frunció el ceño. No tenía tiempo para lidiar con él.

— No tengo tiempo para tus estupideces, Bruce. Déjame en paz — respondió ella, tratando de apartarse.

Bruce, sin embargo, ignoró su rechazo y se mantuvo allí.

— ¿Por qué siempre tan dura conmigo, Nessie? — preguntó él, como si no hubiera hecho nada malo.

— ¿En serio, Bruce? ¿Aún no entiendes por qué? — replicó ella con un dejo de sarcasmo, recordando las animosidades que databan desde la infancia.

Denisse revivió en su mente las veces que él la había golpeado en los recreos y cómo regresaba a casa llorando por su culpa.

Bruce la miró fijamente, recorriendo su cuerpo con la mirada antes de poner sus dedos en la cintura de la chica.

- Has cambiado mucho...

Ella, indignada por su falta de respeto, le golpeó la mano con rapidez.

— ¡Quita tus manos de encima, Bruce! — exclamó ella, furiosa.

Bruce, en lugar de disculparse, respondió con una risa burlona.

— Siempre tan temperamental, Nessie. Aunque deberías aprender a apreciar un buen halago.

Denisse se apartó de él con firmeza.

— No quiero halagos tuyos, Bruce. Has sido un idiota desde siempre, y eso no va a cambiar. Ahora, déjame en paz.

Él suspiró y me habló más calmado

— No vine a quitarte tu tiempo, Nessie... — dijo él, manteniendo su mirada fija en ella —. Vine a darte esto.

Bruce le extendió el sobre blanco. Denisse lo tomó y lo abrió, y leyendo los detalles con desconfianza notó que era una invitación a una fiesta.

— ¿En serio, Bruce? ¿Crees que aceptaré una invitación tuya? — respondió ella, molesta por la audacia de su gesto.

Bruce intentó mantener una sonrisa despreocupada.

— Vamos, Nessie, será divertido. Olvida el pasado por una noche y disfruta.

Denisse cerró el sobre con brusquedad, clavando su mirada en él.

— No estoy interesada en tus fiestas, Bruce. Y no olvides que no quiero nada contigo-. Dijo para después empezar a caminar, pero antes de que esto fuera posible, el habló:

-El hijo de tu padre irá!-. Gritó.

Denisse se detuvo en seco al escuchar las palabras de Bruce. La mención de resonó en su cabeza, creando un torbellino de pensamientos.

— ¿Qué dijiste? — preguntó ella, su voz cargada de enojo y confusión.

Bruce sonrió, disfrutando de la reacción que provocó.

— Oh, vamos, Nessie. ¿No sabías que tu padre tiene una nueva familia? Una familia que está en la cima de la sociedad, muy diferente de la tuya.

Las palabras de Bruce cayeron como un golpe. Denisse apretó los puños, lidiando con la mezcla de emociones que se agolpaban en su interior.

𝙏𝙍𝙊𝙐𝘽𝙇𝙀 (Rise! Donatello X Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora