CAPITULO 2. PLANETA CÓRTEX.

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DOS AÑOS ANTES QUE LA NAVE: Mother—1206, aterrizara.

Bitácora de la Capitana Dareya.

Día 183

Ha pasado algún tiempo ya, desde que escapamos de aquella roca envuelta en humo y cenizas, que solíamos llamar "hogar".

La vastedad del cosmos y de nuestra situación, ha resultado ser mayor a lo que cualquiera de nosotros se pudiese haber imaginado.

Las emociones han estado hasta el borde. La ansiedad y el estrés, nos carga enfermos a todos y cada uno por igual.

Hacen  ya tres días que no duermo.

La Psicosis, en algunos no ha tardado mucho en empezar, llevándome incluso a tener que recurrir al confinamiento. Sabiendo a base de advertencias por parte de los médicos de la nave, que el encierro solo empeorará esa situación y hasta los mismos médicos, están comenzando a ver los cambios en sus propios cuerpos y ninguno entiende lo que está sucediendo, pero sabe que está pasando algo en todos los seres que han sobrevivido.

Y asi ha sido. 

3. 4. 5. 6.

La verdad ya no lo sé. El número de suicidios a la semana.

Los recursos de la nave, poco a poco, están decayendo. Así como la esperanza y el anhelo, que tenemos sobre Mother, para encontrar algún lugar, al que nuevamente podamos llamar "hogar".

Nuestra situación no es diferente de cuando partimos. Ya ni siquiera, se si esto de verdad resultará para bien.

Las voces en mi cabeza, se han vuelto más fuertes. Aquella maldita sensación, me ha vuelto ha recorrer la médula ósea. Trato de no sucumbir ante el susurro incesante de aquella voz.

No sé exactamente como terminará esto. No lo sé.

Pero lo que tengo claro, es que no debo permitirme a mi misma dejarme llevar por los esqueletos, que bailan en mi cerebro.

Ese susurro incesante de aquella versión de mi, que dejé atrás en aquella árida y ardiente bola de fuego.

Allá afuera en el horizonte cósmico. Más allá de la aurora. No sé que nos espera, pero hasta no saberlo y verlo con mis propios ojos no sé lo que depara y lo que decida, aunque presiento que no es nada bueno.

Pero

Yo,

No desistiré

Yo, no moriré.
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.
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***ACTUALIDAD***

El amanecer en el nuevo mundo marca un rayo de esperanza, después de algunos meses para cada uno de los míos.

Pero...

─ ¿Por qué? ─ Nos preguntamos y  nadie lo sabe.

─ ¿Qué es este sentimiento que carcome? ─   Nos preguntamos y  nadie lo sabe.

─ ¿Por qué? ─ Seguimos preguntándonos y  nadie lo sabe.

─ Quizás sea que este es un nuevo comienzo. ─ Pienso  Albergando en el corazón, la esperanza de que cada uno de nosotros logremos sobrevivir, pero a la vez, teniendo que lidiar con el danzar y el cantar de nuestros propios demonios.

Desde la llegada a este planeta, algo en ella lo sabía, algo no andaba bien.

Esa presión en el pecho de todos  crecía más, y por más que lo controláramos, hacía volver a quien fuese a sentir esa necesidad de un llamado que no comprendíamos.

El Coronel Dante y yo, no teníamos respuestas para esta necesidad tan profunda, para ese llamado interno que parecía natural.

Ninguno de los dos, sentíamos que podíamos proteger más, a esas personas, que se vieron obligadas a escapar de su pasado, para tratar de salvaguardar a los pocos, que lograron escapar de una bola de fuego, que antes llamaron hogar.

─ No lo hare ─ me  dije para mi misma.

─ Los protegeré, como siempre lo he hecho, sea como sea. Aunque tenga que ver cambiado mi rostro y verme convertida una vez más en un monstruo. ─ Juré en un planeta extraño, que me llamaba a un mundo extraño.

─ Lo que no esperé, después de ese juramento es que mis pies y los de todos, quisieran tomar rumbos diferentes y hoy estábamos decididos a partir, es como si un llamado natural nos atrajera como un imán, donde no podemos controlar la atracción.

El presentimiento que hay en mi pecho es profundo. La oscuridad me arropa y sé que algo malo nos espera...

Pero

Les haré saber que...

Fácil no la tendrán.

No subestimen a la humanidad. ─ Pienso y no sé porque.

Observo al Coronel Dante, me abraza. Ambos observamos nuestros anillos. Ninguno de los dos desea separarse, pero el llamado hacia ese camino desconocido es muy fuerte.

Los equipos se agrupan, presiento que será mi última noche al lado de mi Coronel. 

─ Descansemos un rato ─ ordena Dante, y me acomodo al pies del árbol. Él, media hora después se acomoda a mi lado y yo, solo busco su cuello y acomodo mi rostro. Observo y todos estamos iguales, es como si nos estuviesemos despidiendo silenciosamente.
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─ "Este es el PLANETA CÓRTEX, el  lugar donde le ordené a Mother—1206, aterrizar. El lugar que les corresponde. El  inicio del cambio, su verdadera transformación, el ser que habita en el planeta Córtex.

Observo el otoño, que marca el inicio de otra temporada más en el exilio. De lo que llegue a pensar podría ser nuestro nuevo hogar.

Las noches se han vuelto más largas.

Las temperaturas bajan hasta tal punto que puedes ver tú propia respiración.

El sol aparece en el horizonte y...

Con esta fuente de calor, es seguro que no dudaríamos ni dos horas aquí afuera, pero la realidad es que seguimos vivos.

El anochecer, es de lo mas hermoso que puede llegar a apreciarse en los cielos extensos de Córtex.

La gama de colores, converge en una única aurora que se extiende por el cielo nocturno. Una luz tan lejana, pero a la vez tan cerca.

La oscuridad marca la espesa neblina, todo va cubriéndose de rojo, pero no es un color, es...

Sangre, mucha sangre y nuestros cuerpos tienen la forma de..."

─ Despierto apresurada. Dante, se mueve observándome, sabe que he tenido otra pesadilla y trata de calmarme, pero...

─ Este es el PLANETA CÓRTEX,  ─ pronuncio angustiada y él frunce el entrecejo, no me contradice, solo me abraza con fuerza, como si comprendiera algo.

─ Y nosotros somos...

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