Observé la forma de la herida y luego volví a mirar a Rick, quien solo cerró sus ojos y pasó una mano por su barbilla, saliendo del cuarto frustrado.

— Deanna...— intenté decir.

— Voy a morir, ¿verdad? — me miró a los ojos.

Asentí con cuidado y presioné la mordida con la toalla.

— Mierda.— cerró sus ojos.

Mamá, ¿ella va a estar bien? — giré mi cabeza para mirar a la persona que había hecho la pregunta.

Sam estaba de pie en la puerta y nos miraba con miedo, y sus ojos estaban posados en la herida de Deanna.

— Cariño, ven conmigo.— Jessie se acercó a él y lo llevó lejos de la habitación.

No pude evitar sentirme mal por él, probablemente se estaba cuestionando demasiadas cosas en este momento.

Y él era solo un niño.

— Ve con los demás. — Deanna colocó una mano sobre la mía.

— No.— negué.

— Por favor. — insistió. — Ellos te necesitan más que yo.— sus palabras se arrastraron.

— Yo puedo quedarme con ella.— la voz de Gabriel me sorprendió.

— ¿Sí? — cuestioné y él asintió, acercándose para mantener la toalla en posición. — Gracias.— murmuré y toqué su hombro.

Salí de la habitación y pasé las manos por mi cabello, sin saber qué hacer. Me apoyé en una de las ventanas y pude ver que finalmente la horda había logrado infestar Alexandria, no podía ver ningún espacio entre los caminantes.

Pronto una duda se plantó en mi mente y cuando Jessie pasó por mi lado, la tomé por el brazo con cuidado, deteniéndola.

— ¿Pasa algo? — quiso saber.

— ¿Has visto a Daryl? — le pregunté.

— ¿A Daryl? — frunció su ceño y negó. — Creí que había entrado a la casa cuando tú lo hiciste. — mi mandíbula se tenso al oírla.— Dios, ¿él sigue afuera? — llevó sus manos a su boca, con preocupación.

No respondí, en cambio solo me dirigí hacia las escaleras, bajando los peldaños con rapidez, sin pensar en nada más que en Daryl, pero un cuerpo chocó contra él mío.

— Oye, oye.— Rick me observó. — ¿A dónde vas?

— Daryl siguen ahí fuera.— intenté pasar por su lado para ir hacia la puerta, sin embargo, al ver mis intenciones, pasó su brazo por delante de mi abdomen, deteniendo su mano en mi cintura, impidiéndome seguir. — ¡Rick!

Me retuvo con fuerza y me obligó a retroceder unos pasos.

— ¡Él sigue ahí fuera! — le reclamé. — ¿No me oíste? — lo miré a los ojos.— Tengo que salir.

— Amelie...—

— ¡Tengo que salir! — alcé mi voz, sintiendo un ardor en mi garganta.

— Baja la voz.— me ordenó.— No irás a ningún lado, ¿oíste?

Contraje mi ceño y lo observé confundida, y pareció notarlo en mis ojos.

— Si Daryl está ahí fuera, se las arreglará.

— ¿Cómo estás tan seguro? — quise pasar de él una vez más, pero volvió a impedírselo.— Déjame ir.

— ¡Basta! — esta vez fue Rick quién alzó su voz con autoridad.— Lo conoces, sabes que ya debe estar en un lugar seguro.

𝐋𝐎𝐘𝐀𝐋𝐓𝐘 || 𝙳𝚊𝚛𝚢𝚕 𝙳. /𝙽𝚎𝚐𝚊𝚗 𝚂.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora