Maegor is back

crónicas i

”dragones y bastardos...„

En el matrimonio de Alicent Hightower y Maegor Targaryen hubo demasiados problemas como para parecer un matrimonio estable frente al resto de nobles. Según dice Hongo, la fuente más usada por los cortesanos y nobles, el primogénito de este matrimonio era únicamente hijo de Lady Alicent, pues, a pesar de llevar el apellido Targaryen y el nombre del conquistador, no tenía una sola gota de sangre Valyria por sus venas. En Antigua se dijo que había sido por deseo de los dioses que eso fuera así; en todos los reinos se dijo que Maegor Targaryen era un cornudo.

Su segundo vástago, la princesa Helaena, era la consentida de Maegor, pues era la única con la que, según los sirvientes, Maegor compartía sangre. Era común verla montar a Dreamfyre en compañía de Syrax y Mushu. Verla en el patio de entrenamiento, alentando a su padre, era un escenario que se veía día tras día y ya se había convertido en una rutina que Helaena acompañara a su padre por toda la fortaleza. Dos años antes de Helaena, llegó Ragnarok, el hijo de Lady Rhea, y, según su palabra y la de muchos más, era hijo de la simiente de Daemon.

Hongo afirma que realmente es de Maegor, diciendo que era extraño que lo pidiera como su pupilo, incluso cuando Daemon afirmó que no era más que un bastardo de algún cortesano de Runestone. Ragnarok, o Ragnar, tenía suficientes similitudes con Maegor para que se considerara sospechoso.

En el tercer embarazo de Alicent, nació Aemond, quien sí tenía rasgos valyrios, pero no era de Maegor. Hongo afirma haber escuchado a Lady Alicent decirle al príncipe Daemon "es tu hijo", el primogénito del príncipe canalla, según eso, ya que el hijo que llevaba Mysaria en el vientre había muerto. Viserys no pasó desapercibido los rumores de que su hijo y hermano habían cometido adulterio.

En el ciento trece, cuando Daemon creyó que era una buena idea llegar de la nada y llevarse a su sobrina a un lugar que no era adecuado para ella, se dice que la princesa fue mancillada por su tío en forma de capricho. El príncipe canalla exigió casarse con Rhaenyra, pues según sus palabras, nadie querría un producto dañado; el príncipe heredero lo arrastró por todo el callejón de seda mientras llevaba la espada de su tío en forma de trofeo.

Para cuando Rhaenyra se casó con Laenor, Ragnar ya sabía la verdad y una pelirroja había sido llevada a la capital para que sirviera a Helaena como niñera. Las septas decían que esa pelirroja era la encarnación del pecado y quería convertirse en la concubina del príncipe heredero; Eloisa, según Hongo, era su nombre. Cuando, en el ciento catorce, nació Jacaerys Velaryon, Viserys sintió que los siete enredaban los caminos de su familia, como un castigo en su contra por haber abierto a Aemma.

El embarazo y parto de Rhaenyra fueron fáciles y limpios, no hubo demasiado dolor y fue rápido; Jacaerys, o Jace, tenía una pequeña pelusa blanca en su cabello, cuando abrió los ojos, un brillante violeta estaba en sus iris. Pero era blanco, casi tanto como la leche. Lord Corlys intentó poner en duda su legitimidad, pero Rhaenys no tardó un momento en callarlo, diciendo que simplemente habían sido más fuertes los genes de Rhaenyra. Con Lucerys, en el ciento quince, fue diferente, su cabello ondulado era de color café y sus ojos no parecían ni de cerca al violeta.

Con Lucerys, fue Rhaenys quien dudó, pero Corlys ignoró sus preocupaciones, diciendo que simplemente habían sido los genes de la familia Arryn entrometiéndose en la línea genética; la Lady Velaryon aceptó esa explicación sin excusas. Y ese mismo año, nació el cuarto hijo de Alicent; Daeron, quien se parecía únicamente a Aegon que a cualquiera de sus hermanos.

Lentamente, las similitudes entre Aegon y Daeron con Criston Cole se hicieron más evidentes cuando este último se convirtió en el escudero de la princesa consorte. Por los pasillos se escuchaba cómo los sirvientes los llamaban “los príncipes Waters”. Maegor no hizo nada más allá de soltar comentarios hostiles para aumentar aquellos rumores.