chapter VIII

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Bien, hagamos un recuento de los sucesos. Maegor se había inscrito en el torneo, a escondidas, Aemma había iniciado trabajo de parto y Alicent había sido obligada a sentarse al lado de Rhaenyra.

La princesa no deseaba estar ahí, quería estar al lado de su madre, sostener su mano mientras le daba todo lo que ella necesitaba. Escucha a Alicent decir algo sobre su embarazo y rueda los ojos, maldita mojigata ese no era su momento.

Observa como las justas están a nada de iniciar. Un corcel de la más alta clase es el utilizado por su hermano, su armadura está pulida y su casco es llamativo, el escudo lleva el sello Arryn junto al Targaryen con decoraciones en los bordes.

"Gwayne" escucha el susurro preocupado de Alicent, haciéndola regresar la mirada al resto de competidores. Laena alza la ceja, ¿Maegor acababa de elegir al mocoso más escuálido que vio para molestar a Alicent o simplemente creía que era una buena entrada a las justas?

Inconforme por lo poco interesante que esta siendo el torneo, comienza a hablar junto a Laena. Criticando al resto de damas o hablando sobre que harían una vez que el torneo terminará. Rhaenyra se sentía halagada de que todos esos hombres combatieran en su honor, pero realmente el torneo no estaba siendo interesante.

"¿Tu hermano le robo la armadura a Daemon o que?" Pregunta Laena, mirando a Maegor con bastante atención. Rhaenyra apenas nota que son bastante similares, incluyendo el casco.

"No lo sé, pero se le ve muy bien" responde la princesa, regresando su mirada al hermano de Alicent.

Retiene la risa, no sería parte de sus modales reírse del hijo de la Mano. Deseaba algo de suerte para que Gwayne no terminará tan lastimado, casi puede jurar que ni controla lo suficiente al caballo. Escucha a Laena reprimir su risa pues el chico cae del caballo de una forma curiosa.

"Ese hijo tuyo, espero que haya un maestre cerca" dice Viserys, comiendo con tranquilidad algo de fruta. Realmente, no estaba interesado en el hijo de su consejero, prefería ver a su hijo alzarse en victoria.

Otto suelta un bufido, viendo como su hijo simplemente deja aún más por los suelos la poca presencia que había logrado en el consejo. Ser un segundo hijo no era fácil para Otto pero no esperaba que sus propios hijos lo saboteen.

El príncipe también baja de su corcel, la Mano del Rey aprieta sus puños, mirando hacia otro lado. Escucha las exclamaciones de su hija a solo metros de él pero aún así no se digna a mirar, los golpes que se dan en el escudo de Gwayne hace que apriete los dientes.

"Maegor tiene un severo problema con los Hightower" comenta Laena, bebiendo un poco más del vino, adoraba la forma en la que Maegor golpeaba una y otra vez al otro chico que parecía un pobre ratón asustado.

"Demasiado severo" contesta Rhaenyra, cerrando los ojos cuando su hermano da un último golpe que desmaya al muchacho. Escucha como la siguiente justa es anuncia pero aparta la mirada.

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Aemma sabía que su deber debería ir más allá de ser una yegua de cría, pero, lamentablemente, fue todo lo que conoció durante su adolescencia. Se enorgullece de sus pequeños bebés, de Maegor y Rhaenyra y de cada bebé que nació muerto. No le importa, todos eran sus pequeños. Había escuchado a un maestre decir que el bebé iba bien, en una posición similar a Rhaenyra, según su doncella le dijo.

Sonríe cuando le dicen eso; Rhaenyra había sido su mejor parto y embarazo; desearía que todos hubieran sido así. No entorpece el trabajo de los expertos cuando ellos palpan su vientre, solo bebe un poco más de agua y escucha las narraciones de la primera justa de Maegor. Varias de las pequeñas criadas habían sido enviadas exclusivamente a eso.

Maegor is back Where stories live. Discover now