CAPÍTULO 25

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Los días pasaban ente entrenamientos, charlas, comidas, los ratos libres para descansar, los "¿y si ganamos?" en el medio de las conversaciones. El ambiente estaba cargado con emoción, felicidad y miedo pero todos parecían estar disfrutando los últimos días en la Universidad antes de que se terminara el mundial y supiesen si eran campeones o no.

Lautaro estaba negado a no pasar su tiempo libre con Alma y ella estaba segura de que era porque no sabían cuándo iban a poder estar juntos otra vez después de que todo terminara. La burbuja en la que vivían en la situación perfecta, con tiempo para ellos mismos pero también para compartir, para estar con sus amigos, para descansar, para cumplir sueños...esa burbuja estaba a un día de explotar y todavía no sabían si para bien o para mal.

Al día siguiente era la final del mundial y el plantel había decido sentarse en una ronda para tener una última charla antes del gran día. Alejo y Alma estaban sentados con ellos, ya siendo del grupo. La idea había sido de Messi y todos se habían apurado en seguirlo. Según él, quería compartir ese último momento de incertidumbre entre compañeros de equipo y amigos en un espacio en el que cualquiera pudiese decir lo que necesitara o creyera necesario.

—Bueno, ahora que etamo' todo', quería agradecerle' por todo lo que hicieron en la cancha partido a partido y por defendé' a la bandera má' linda —empezó el número diez con una sonrisa—. Sé que a muy poco' acá' le tocó viví' la final del do' mil catorce o incluso jugá' en el do' mil dieciocho y mi único consejo despué' de haber estado ahí e': disfruten porque no saben cuándo van a poder tener la oportunidad de jugarla otra vez. A todo' no' gustaría levantar la copa...créanme que e' uno de mi' mayore' sueño', por eso le' digo que disfruten, salgan a la cancha como si fuera el último partido que van a jugá' y jueguen como cuando eran chico' y soñaban con esto. No duden de ustede' que son increíble' jugadore' y que parecen tener un hambre sano por ganar completamente irrompible. —Carraspeó y se notaba que se había emocionado—. Este capa' que es mi último mundial y no puedo estar má' agradecido por cómo se dio. Estamo' a la altura de Francia y de jugar y ganar una final del mundo así que, no la desaprovechemo'.

Todos empezaron a gritar palabras de aliento y a sonreír por lo que acababa de decir el capitán. Lautaro buscó la mano de Alma y las entrelazó, necesitando contención y apoyo antes de levantarse de su silla. El gesto no pasó desapercibido por Messi que lo miró orgulloso, ya sabiendo qué iba a decir.

—Yo también quería decir algo —habló un poco nervioso—. Como saben, decidí no jugar el partido contra Croacia y aunque sé que nadie lo preguntó para no hacerme sentir mal, creo que estaría bueno contárselos. Sé que probablemente debería habérselos dicho antes pero creí que si ignoraba lo que estaba pasando, iba a poder seguir jugando como si nada. Además, no quería preocupar a nadie y me costaba mucho contar lo que me había pasado pero por suerte, hablé con algunas personas que me apoyaron, me ayudaron y me hicieron ver las cosas desde otra perspectiva y estoy seguro que ustedes van a hacer los mismo... —El número veintidós buscó la mirada de ella antes de seguir hablando. Absolutamente todas las personas que estaban ahí sentadas, se quedaron en silencio prestándole atención—. Desde que empezó el mundial que tengo una lesión en el pie. Al principio pensé que iba a estar todo bien pero cada vez me dolía más y tenía miedo de que empeorara...Fue muy difícil tomar la decisión de no jugar la semifinal pero sabía que no estaba teniendo un muy buen rendimiento y no quería perjudicar a nadie así que, preferí saltearme un partido y enfocarme en mi recuperación para ver si podía jugar aunque sea un poco en la final. —Se notaba como todo su cuerpo se había relajado después de confesarlo—. Yo quiero agradecerles de corazón porque a pesar de que mi rendimiento no estaba siendo el mejor y casi ninguno sabía de mi lesión, nunca dejaron de apoyarme y decirme que todo iba a estar bien. Creo que eso es lo que nos diferencia como grupo, el cariño y el apoyo constante pese a las malas rachas que alguno puede tener.

Un mundial diferente | Lautaro MartínezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora