Capítulo 9. El partido

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Una semana más pasó sin que me diera cuenta, el dolor me picaba en el pecho todos los días. La soledad reinaba en mi corazón y en mi vida en ese momento. A pesar de haberme disculpado con Kayden, aún sentía como si le debiera unas disculpas a él y a todas las chicas que Jaxon violo, además de a todos los amigos de Alison.

Ese era un viernes de partido, el equipo de futbol estaba reunido en el almuerzo como siempre. Por primera vez en tres semanas me atreví a comer con ellos en la cafetería.

—¿Sabían que Desi rompió con André? —preguntó Isaac haciéndome cuestionar seriamente que hacía yo en esa mesa.

—Sí, pero ellos tenían problemas hace mucho, estar en pareja es insufrible.

—Dijo el que le tiene miedo al compromiso.

—Yo no le tengo miedo al compromiso, solo me gusta estar con muchas personas y ya está. —Matthew río mientras hablaba, él sabía que eso no era cierto, pero le gustaba engañarse a si mismo.

Hablaban de cosas sin importancia, nada que realmente resaltara paso en esa conversación, tal vez porque yo no conocía los chismes, o a las personas involucradas en los chismes.

—Oigan, ¿no creen que Jules anda mirando mucho a Elsie?, apuesto a que le gusta —dijo Sabrina.

—¿Qué?, ¿quién es Jules?, no creo gustarle. —¿Alguien había estado mirándome?

—Es una chica, es linda, pero asusta un poco porque es super ruda.

—Recuerdo cuando a Jeremías le gustaba, fue lo peor cuando se entero de que era lesbiana.

¿Una chica había estado mirándome y yo no me había dado cuenta?

Cuando terminamos el almuerzo volvimos a clases, fueron insufribles las horas que pasé ahí. No quería seguir con las clases, quería irme a mi casa a llorar. Por supuesto que Bruno me tomo fotos mientras estaba concentrada en clases de matemáticas, él siempre lo hacía.

Por la tarde había un partido, no sabía la escuela rival, ni siquiera me importaba, pero igual iba a ir a verlo, porque lo prometí a Kayden. Bruno y Mitch iban a ir conmigo, mamá, Damon e Ethan iban a venir por separado, porque por supuesto, Kayden me había invitado a la fiesta después del partido, junto con Lucas, Mitch y Bruno.

Nunca había ido a una fiesta de adolescentes, había ido a varias de niña, cuando las personas me invitaban porque sus padres las obligaban a ser amables, pero jamás a una porque me invitaran porque les caía bien.

Bruno fue a casa conmigo para esperar a que fuera hora del partido, por supuesto pasamos a mi cuarto estando solos. No me había dado cuenta de lo lindo que era Bruno hasta ese momento, quiero decir, lo había visto antes, pero jamás había prestado mucha atención a su cara o facciones.

Bruno era alto, cabello castaño claro, casi parecía rubio, corto, pero no tanto, ojos color miel, su mandíbula estaba muy marcada, era alto, no tanto como mis hermanos, aun así, era alto y delgado.

—Yo odio ir con Mitch a los partidos, se aburre a la mitad y se pone a dibujar.

—No esperes que yo sea mejor compañía, jamás he ido a ver futbol americano, ni siquiera sé como es que se gana, es más, ni siquiera sé en que posición juega Kayden —respondí riendo, lo podía sentir viéndome, aunque no me atrevía a alzar la cabeza para voltear a verlo, estaba acostada en mi cama viendo el ventilador girar en mi techo.

—Kayden es receptor abierto, Enzo es mariscal de campo, y Matthew es tackle ofensivo. —Su voz llenaba mi cuarto, lo hacía sentir más cálido. —Elsie, ¿puedo hacerte una pregunta?

La Chica de ArcillaWhere stories live. Discover now