INOCENTE [KOOKV]

Capítulo 18

Narrador omnisciente

JungKook llegó hasta el hogar del Omega mudo y estacionó frente a ésta.

Cayó en cuenta que no había pensado otro plan o excusa que no sea buscar a su hermano. Pero JiMin le había dicho que no quería que lo buscara.

Entonces...

¿Qué podría hacer para lucir con dignidad?

¿Y si actuaba de forma madura y le pedía a TaeHyung hablar?

En realidad, el único que podía hablar era solamente él, pero podría pedir disculpas por sus malos comportamientos.

Y luego, quizá, lo tomaría allí mismo una y otra vez hasta satisfacer su apetito sexual que estupidamente tenía hacía el pelirubio.

Su lobo le decía que era buena idea, al menos lo de pedir perdón. Escuchó a su animal interno dándole ánimos y salió del carro, no sin antes mirarse al espejo y cerciorarse de que lucía demasiado guapo.

Como era su estado natural.

Se dirigió a la puerta y cuando estuvo frente a ésta, frenó en seco, y arrugó su nariz al sentir un aroma bastante fuerte.

Muy parecido, para no decir igual, a las feromonas que largaban los Omegas cuando estaban excitados o en celos. También cuando querían atraer a un Alfa.

Su lobo gruñó, con la voz más gruesa de lo normal y luego rasgó su pecho, tratando de tomar el control.

Pero, extrañamente, JungKook pensó más que su lobo.

Todo era sospechoso.

TaeHyung no estaba en celo, podía deducirlo pero entonces...

¿Estaba excitado?

¿Su hermano estaba allí?

¿Qué hacían dos Omegas juntos y excitados?

Tragó duro y acercó su oreja a la puerta. De allí escuchó unos gemidos y luego a su hermano jadear.

¿JiMin estaba con un Alfa en casa ajena?

¿Por qué tantas preguntas y ninguna respuesta concreta?

"Oh Tae..Diablos, que bien se siente"

Entonces su respiración se agitó por completo. Su ira recorrió cada parte de su cuerpo y permitió a su lobo tomar el control.

Sus ojos cambiaron de negros a dorados intensos. Daban miedo y a la vez imponía respeto.

"Omega"
Murmuró el animal, muerto de celos de que alguien más estuviera tocando a su pareja.

Ese era su trabajo.

Kim TaeHyung era como una ciudad, el territorio completo pertenecía al Alfa.

Y él marcaría ese territorio.

Abrió la puerta, despacio y sin hacer algún ruido. Quería primero asegurarse que esos gemidos y aromas eran por alguna situación que no era agradable para él.

Ingresó, mientras el aroma era ahora mucho mas espeso, notó el de JiMin y se aguantó las arcadas. Caminó los dos pasos que lo llevaban a la sala y se encontró con que el maldito hijo de puta de su hermano, a quién ahora le gustaría ahorcar hasta que en sus pulmones no ingrese más el aire, estaba sobre su pareja destinada, besando y tocando lo que era de su propiedad.

Dejó salir sus feromonas de enojo y un fuerte gruñido que hizo retumbar el vidrio de la ventana.

-¡Suelta a mi Omega!- Ordenó con su voz del mando, al tiempo que se acercó al sillón y tomó a JiMin de los cabellos. La voz de mando no funcionaba con su hermano menor.