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Dedicado a ValeriaMoreno773 ❤️

«Dejar de ser una ficha en el tablero de los demás»

Cassian

Había tomado una decisión coherente y racional, pero no por eso sentía menos miedo.

Las luces parpadeantes y el estruendo metálico seguían retumbando en aquel abandonado lugar, del que ahora solo quedaban ruinas. Me apoyé contra una de las máquinas estables y me aseguré de que no hubiera una estructura cercana que pudiera caerme encima. Me había quedado solo y el dolor en mi pierna se intensificaba.

—¿Robin? —llamé, con la última pizca de esperanza que me quedaba.

Nada. Mi hipótesis era que los salvajes habían intervenido nuestra conexión con la ciudad, pero ¿cómo? ¿Desde cuándo? Más allá de eso, mi duda más grande era, ¿cómo sabían ellos dónde estaríamos y para qué nos habían atacado? Podía entender que quizás tuvieran algo en mi contra, dado que tal vez mi hermano les había hecho daño en el exterior... Pero ¿por qué meterse con el resto de los participantes?

Escuché voces cerca. Si mis cálculos eran correctos, no debían quedar más de tres con capacidad de pelear, además de Nyx. Solo me quedaban dos cuchillos y el rifle, así que tenía que ser inteligente a la hora de atacar.

—Te dije que si lo hacías difícil no nos dejarías otra opción —habló Nyx. Estaba cerca, pero no podía verla—. Admito que te queremos vivo, pero no te necesitamos vivo.

Antes de que pudiera responderle o analizar de dónde provenía su voz, algo me golpeó la cabeza con fuerza y mi visión se nubló por un momento. Llevé la mano derecha a uno de mis cuchillos a medida que fui recuperando la claridad, pero un brazo gigante —fácilmente triplicaba el tamaño de uno de los míos— me tomó por detrás, inmovilizándome como si yo fuera de papel.

Nyx apareció frente a mí con una sonrisa. Me examinó de arriba abajo y ladeó la cabeza.

—El parecido entre ustedes dos es impresionante —murmuró—. Excepto que tú tienes tus dos ojos y luces desnutrido. ¿Te dan de comer en esa prisión que llamas ciudad?

No respondí. Ella se acercó y me quitó los cuchillos del traje sin dificultad. Intenté forcejear, pero el grandulón que me tenía atrapado lo hizo imposible. Nyx deslizó uno de los cuchillos por mi mejilla sin cortarme, sino como una caricia sádica, y me quedé quieto.

—Vi algunos videos de este «juego» y me pareció interesante tu habilidad —prosiguió—. Eres muy distinto a tu hermano que es pura fuerza bruta. Tú eres astucia, observación y química. ¿Sabes? Si aceptas venir con nosotros por las buenas, tal vez te tome como mi discípulo.

—¿Discípulo? —Fruncí el ceño.

—Sí, el anterior murió... —suspiró—, casualmente en manos de tu hermano. Sería interesante, ¿no lo crees? Que seas discípulo de la persona que él más odia.

—¿Y por qué haría eso?

—Byblos, mi ciudad, absorberá a la tuya en cuestión de pocos años. Yo que tú, me pondría del lado ganador.

Sabía que existían ciudades fuera de Harlax —no era tan ignorante—, pero no sabía qué tan lejos quedaban o qué tan tecnológicas eran. ¿De verdad otra ciudad podía absorber a Harlax? No, era imposible.

—¿Y si no acepto?

Ella sonrió con suficiencia. Me llevaba algunos años, tendría más o menos la edad de mi hermano, Carter. No solo portaba armas de lujo que nunca había visto —empezando por el traje que le permitía camuflarse—, sino que su lenguaje corporal me confundía. Se movía con la elegancia de alguien que está acostumbrada a ir a eventos de alta sociedad, pero peleaba como una guerrera con décadas de formación. Era bastante atractiva, pero todo en ella destilaba amenaza y muerte.

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⏰ Última actualización: Jan 07 ⏰

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Arcadis: El juego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora