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Este capítulo es muuuy largo, pero tiene mucha información. Atención a todo 👀

Dedicado a emptymelody ✨

«El mismísimo Micaiah Frederick»

Cassian

No mucho después del discurso de Micaiah Frederick, dos naves vinieron por nosotros. En cada una movilizaron a la mitad de los equipos, así como a algunos trabajadores de Connektd que nos preguntaban cada minuto si estábamos bien o si necesitábamos algo. Frederick se quedó atrás, supuse que para supervisar otras cosas de los juegos o darles otro discurso barato a los que no habían pasado la prueba.

El trayecto iba a ser corto y nos acomodamos por equipos, así que a mi derecha estaba sentada Cayla y a mi izquierda Astra, cada una con expresiones cansadas y pensativas, como la mayoría de los que estábamos allí. Había sido un día largo, y me costaba creer que habían pasado menos de veinticuatro horas desde que desperté en el búnker.

A pesar de que había visto los juegos cada año y tenía idea de qué esperar a partir de ahora, una parte de mí reconocía que todo era desconocido y que, en realidad, no sabía nada. Todos conocíamos lo que nos mostraban en la pantalla, pero no era más que un espectáculo. En la televisión transmitían los entrenamientos, entrevistas diarias a los participantes, e incluso los espectadores podíamos ver la evolución de muchos jugadores. Como espectadores veíamos las estrategias que se trazaban antes de cada juego, las alianzas, las rivalidades, y, por último, cada juego.

Ahora bien, ser el protagonista de eso era muy distinto.

Los juegos cambiaban cada año y ninguno de nosotros tenía idea de cuáles nos prepararían para esta jornada. Tampoco sabía qué esperar del resto de los jugadores. Aunque no podía quejarme de que me agruparan con Cayla, la había observado desde el principio y me parecía que tenía muchísimo potencial. Por otro lado, Astra no parecía muy preparada para lo que se nos avecinaba, lo cual no me sorprendía porque Wex la había obligado a participar a última hora.

Algo que me parecía curioso era el motivo por el cual nos habían puesto en el mismo equipo. No era común que jugadores que provenían del mismo sector de la ciudad formaran equipo, dado que una de las premisas de los juegos era la cooperación de personas de distintos orígenes. Como si eso pudiera cambiar algo.

Comenzamos a descender en una pista a las afueras de la sede de Connektd. Si bien habíamos estado en el edificio cuando realizamos las entrevistas, la sede de Connektd era uno de los edificios más increíbles de toda la ciudad —si es que no el más—. La forma del edificio era circular y, en el centro, había un parque gigantesco que se prestaba para eventos de la empresa; entre esos, se incluían eventos de Arcadis. Muchas paredes exteriores habían sido reemplazadas por gruesos cristales, así que en la oscuridad de la madrugada podíamos ver las luces de distintas oficinas que seguían operando sin descanso.

Al bajar de la nave, escuché la voz de Robin en el auricular que olvidaba que todavía tenía puesto.

Hola, Cassian.

Supuse que nos habló a todos y mencionó el nombre de cada uno de manera personalizada, porque todos lucieron tan confundidos como yo.

—Al final no me morí, pero sigo esperando que aparezcas como un holograma de enfermera sexy —murmuré en respuesta.

Cayla y Astra se giraron en mi dirección, desagradadas con mi comentario.

Voy a ignorar que has dicho eso —contestó Robin. Debía admitir que me caía bien—. Cassian, te guiaré por los pasillos de Connektd hasta que Astra Wyse, Cayla Reade y tú lleguen a su dormitorio.

Arcadis: El juego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora