2.

77 12 0
                                    

En un penoso intento de hacer fluir su imaginación, terminó acostado en el piso, en medio de la sala. Su mirada estaba fija en el techo, mientras que sus pensamientos iban y venían sin un ritmo en específico. Había pasado casi una semana desde que había enviado sus últimas creaciones por correo. Comenzaba a sospechar que había enviado su inspiración por error en una de las bolsas.

Como le sucede a cualquier persona cuyo trabajo consiste en hacer algo a partir de una idea propia y original, Hongjoong estaba pasando por un bloqueo creativo que lo sumía en un estado de ánimo deplorable. Enfurruñado en un suéter azul que le iba grande, con el cabello rojo metido en una bandana para ocultar que no lo había peinado, daba la impresión de que estaba a un minuto de quedarse dormido sin más en donde se encontraba, y eso no se alejaba mucho de la realidad.

Hongjoong no era de las personas que se preocupaba por si sus acciones seguían o no el sentido común. Pero su consciencia no le estaba molestando por estar a punto de dormirse en el suelo con la temperatura -que posiblemente seguiría bajando- y las probabilidades de pescar un resfriado o algo peor. Lo que le reclamaba su consciencia era el rendirse con tanta facilidad.

"¿Estas completamente seguro de que no hay nada que puedas hacer?" se cuestionó a sí mismo. Conocía la respuesta, era más que obvio. Había estado escapando de ella toda la semana, principalmente porque poseía la habilidad de encontrar una excusa con la cual defender su actitud antes de juzgarse más a fondo. La procrastinación era una guerra, y Hongjoong tenía la mayor racha de derrotas.

Se impulsó sujetándose las rodillas para quedar sentado. Existía solo una actividad que no había hecho en todo ese tiempo, la única tarea le quedaba y la que más le fastidiaba. Su casa era demasiado espaciosa para una sola persona. Contaba con tres habitaciones, de las cuales una estaba destinada a guardar todas las herramientas y materiales de trabajo de Joong, o por lo menos esa había sido la intención al comienzo. Conforme paso el tiempo, la parte de Hongjoong que se deja  llevar sin pensar en las consecuencias le gano a la parte que trataba de evitar que los pequeños problemas se transformen en uno más grande e incontrolable. Allá donde mirases, un retazo de tela o una lata de aerosol destapada interrumpían la imagen. La casa completa se había convertido en un taller.

Joong decía con frecuencia que limpiaría cuando estuviera desocupado. Los pretextos eran interminables cuando se trataba de ese tema, considerando lo poco que le entusiasmaba solo pensarlo. Entonces se encontró frente al dilema que lo atormentaba en el presente: o se levantaba y buscaba algo que hacer, que le ayudara extraer la inspiración de su cerebro, o cumplía su palabra de limpiar el desorden en de su casa. Se puso de pie con un enorme y exagerado suspiro.

Se quedaba con la primera opción. Lo que fuera con tal de no acercarse a la escoba o a los trapos para quitar el polvo.

Toda la noche había estado nevando. Por la ventana entraba un pequeño rayo de luz, lo que indicaba que, si bien el sol no aparecería en todo su resplandor, al menos sería un día claro. Estaban por dar las doce del mediodía, tal vez no nevara sino hasta entrada la tarde.

Hongjoong consideró salir un rato. Podría llevar su cámara digital y hacer fotografías del paisaje, un hobby que había descubierto no mucho tiempo atrás. La mayoría de fotos que tenía en su laptop eran de los modelos que usaba para su catálogo online, otras de escenas que había capturado en sus viajes en tren y muy pocas de algunos de sus amigos en sus reuniones o salidas de fiesta. Hacía un tiempo que no tomaba algunas del bosque que rodeaba su casa, lo cual había sido un tema bastante motivador los primeros meses de haberse mudado. Estaba decidido.

Se dio una ducha rápida para terminar de remover la pereza de su organismo. Se puso una camisa marrón de manga larga, un bluejean y zapatos deportivos. No tenía tanto frío, pero igual tomo una chaqueta como medida de prevención. Busco un bolso pequeño en el que pudiera guardar la cámara. Estaba acostumbrado a salir a todas partes con uno, por esa razón tenía varios de distintos tamaños, formas y colores. Escogió uno con la forma de una manzana, con el tamaño ideal para llevar la cámara, audífonos y su celular, este último siendo completamente opcional, ya que no había señal ni conexión a internet allí.

winter falls || seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora