Thanks Santa Claus ( Chestappen)

Capitulo 18

Checo abrió los ojos, y vio tras la ventana el paso vertiginoso de los troncos de los árboles. Parpadeó. Era, indudablemente, otro día. El blanco de la nieve brillaba casi dolorosamente contra sus pupilas; así que se giró sobre sí mismo y, ahí, otra vista se presentó ante él: el rostro durmiente de Max. Era la primera vez que lo veía. Su novio siempre se despertaba temprano, y era quien le despertaba, ya fuera con una caricia, un beso, o con una invitación al pecado.

Max respiraba tranquilamente con la mejilla apoyada en la almohada, su cabello revuelto caía desordenado sobre la almohada y sobre su frente, sólo un poco. Checo no se había dado cuenta de lo largo de sus pestañas, y sonrió encantado con el descubrimiento. Se preguntó vagamente, por lo que su novio estaría soñando.

Lentamente, Checo se incorporó apoyándose en su codo, no quería que sus movimientos despertaran aún a Max. Y justo cuando pretendía besarle la mejilla, tocaron a su puerta fuertemente y Max dio un respingo, lo que echo por la borda los planes del castaño.

-¡Chequito!-era Lance, quien prefirió gritar estridentemente, antes que encontrarse con otra escena que lo traumara de por vida. - Llegamos en 30 minutos. Será mejor que se vayan preparando. ¿Me oyes, Checo? -

-¡Sí, carajo, ya te escuché!- Checo se sentó en la cama y cruzó los brazos en su regazo enfurruñado.

Max ya estaba despierto, había volteado hacia la puerta un poco tenso, pero cuando escuchó de qué se trataba, se relajó y giró hacía Checo, quien lo miró y resopló.

-¿Qué pasa?-preguntó.

-Nada-farfulló -, que voy a matar a Lance, ya me debe dos.

Max sonrió; podía imaginar, más o menos, a que se refería. Así que se acercó y le besó el hombro desnudo, luego, el cuello, debajo del lóbulo de la oreja... Checo luchó contra la sonrisa que esos besos le provocaban, pero se rindió y soltó una carcajada, al tiempo que se dejaba caer en la cama derrotado.

-Basta, Max, tenemos que vestirnos... tenemos que...

Max también rio, parecía renuente, pero obedeció y detuvo sus caricias para incorporarse, y comenzar a prepararse para bajar del tren.

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-Tengo hambre- Checo puso su mano sobre su estómago que, cuando bajó del tren gruñó en protesta porque no había cenado ni desayunado.

Carola lo vio y se acercó a él arrastrando el carrito con sus maletas.

-. Yo quiero que sea niña y pido ser la madrina. -

Checo entrecerró los ojos y bramó que por supuesto que no. Y para su fortuna la mala broma de Carola no la escuchó nadie más, ni siquiera Max, quien había ido por el equipaje de ambos. Mientras Carola se destornillaba de risa, Lance y su novia Marilou se les unieron.

-Checo, por fin nos vemos-dijo Marilou al saludarlo.

-Si, hace tiempo que no nos vemos- Checo escudriñó en la mirada de la chica, estaba seguro de que Lance le había contado algo sobre la noche pasada, pero no vio en ella ningún atisbo de burla.

Max llegó junto con Fernando y su prometida Alison, se los había encontrado mientras bajaban el equipaje, y hablaban cordialmente. Checo no preguntó cómo es que había comenzado la plática, ni como Fernando supo que era Max, su famoso regalo de navidad. Pero fue lo que hizo Marilou cuando vio a Max lo que lo intrigó.

Marilou fue directo hacia Max para saludarlo, como si se conocieran de hace mucho tiempo, el rubio el saludo alegre, como si le diera gusto verla. Checo y Lance fruncieron el ceño mientras esos dos hablaban.