Thanks Santa Claus ( Chestappen)

Capitulo 3

-Bien - Checo levantó su dedo índice para darle énfasis a sus palabras - ¿Eres mi novio?

En el asiento a su lado, Max asintió tranquilamente.

-¿Y te trajo Santa hasta mi casa?

Max volvió a asentir.

Checo volteo a verlo. Le dolían los ojos cada vez que lo miraban. El chico siempre le sonreía suave y cálidamente cuando lo hacía; y al sonreír , su mirada se iluminaba, todo su rostro parecía tener tener luz propia; se veía mas guapo de lo que Checo podía soportar.  El había pedido un tipo guapo, pero eso reyaba la exageración. Sin embargo, no se estaba quejando.

Se encendió una luz. Era el momento de ponerse los cinturones de seguridad y escuchar las indicaciones de emergencia. Checo no puso atención a la sobrecargo, sequia intentando asimilar lo que había pasado en la mañana, apenas unas horas atrás.

Después de besarlo y desearle feliz navidad, Max se apartó de el. Checo lo miró de hito en hito, con el corazón dándole un vuelco. Había sobrevivido a ese pequeño beso, pero no estaba muy seguro de continuar de pie. Una vocecita en el fondo de su mente se preguntó, por qué le afectaba tanto un hombre que apenas había conocido. Un hombre del que no sabia nada, excepto su nombre. Una voz mas grande le decía que los milagros de navidad no existen, y que ese de ahí puede ser un ladrón, un secuestrador, un algo... menos un regalo de Santa. Pero al mismo tiempo, se contestaba que era imposible que alguien, a parte de Santa y los pendejos de sus amigos, supieran de su deseo.

-Debe ser una broma- repitió y giró sobre sus talones, para buscar su teléfono y llamar uno a uno a los idiotas de sus amigos. 

Primero llamó a Lance, quien aún estaba dormido y le contestó con un vago : "No me jodas tan temprano". Fernando le dijo que no tenía idea de lo que estaba hablando. Carola le preguntó si no había fumado algo raro durante nochebuena. Y Charles, bueno, ni siquiera contesto el; una voz masculina le dijo que el señorito aún estaba dormido. Ese debió ser el tal Carlos. Solo le faltaba alguien a quien preguntarle: el Santa del centro comercial.

Buscó sus llaves, dispuestos a ir al centro comercial; pero antes de que pudiera siquiera acercarse a la puerta, sintió el agarre suave de la mano de Max en su brazo.

-¿ Qué... ?

-Lo perderemos - dijo el rubio enseñándole los boletos de avión.

Períteme recalcar: LOS boletos de avión. Checo abrió los ojos como plato y le arrebató los pasajes. Hasta la noche anterior, el tenia UN boleto, no dos.

-¿Qué chingados ...?

¿Tambien Santa le había regalado eso? ¿Qué mas ?

-Tenemos que irnos - Max le habló con familiaridad, al tiempo que, de debajo del árbol, sacaba una maleta no muy grande. Estaba listo para marcharse -¿Te ayudo con tus maletas?

Checo lo miró con la boca abierta, incapaz de articular pensamiento. ¡Que pedo! ¿ qué estaba pasando ? Max pasó una mano por enfrente de su cara y le sonrió ligeramente divertido.

-¿Checo? Si no los vamos ahora, perderemos el avión - repitió - Vamos, te ayudo con las maletas.

Era un tipo fuerte, pudo bajar las maletas de Checo sin problema, y regresar por el, que seguía paralizado en medio de su sala, sujetando entre sus manos los boletos.

-Tu abrigo, Checo - Max le puso la prenda en los hombros - hace frío allá afuera.

Checo lo observó, el también se ponía un abrigo, sabe Dios de dónde lo había sacado. Era casi una cosa de magia. Cuando Max se abotonó el abrigo, le miró con cierta impaciencia.