HOY: PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS

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Ambos intercambiaron una mirada. Hilda sonrió y asintió.

—Ya te contará Thiago— fue todo lo que dijo.

Entonces, me percaté de su maleta.

—¿Te vas?— mi voz salió más triste de lo esperado.

—Sí. Es momento de volver a casa, chicos.

Thiago y yo la miramos con una expresión triste. Y en verdad me ponía triste que se vaya, sabía que lo mismo le pasaba a Thiago.

—Te... te ayudo— Thiago señaló la maleta.

Nuestra abuela asintió y entrelacé nuestros brazos. Los tres caminamos juntos, charlando un poco. Me intrigaba mucho saber a dónde se había ido Thiago ya que me parecía extraño que Hilda lo sepa.

—¿Y vos sabías de todo esto?— le preguntó Thiago.

—Lo único que sabía es que ibas a estar protegido— ella le sonrió —Corazón de abuela.

Nos detuvimos en la entrada de la casa. Me detuve, mirando con tristeza a mi abuela.

—Te vamos a extrañar mucho. ¿Enserio tienes que irte?— le pregunté con un puchero.

—Pero.... no hables como si no nos viéramos nunca más— acunó mi rostro entre sus manos, sonriendo, respondí su gesto —Ahora que los encontré, quiero disfrutarlos.

Nos abrazó a ambos, Thiago soltó una risita.

—Nosotros también— le respondió él.

Ella sonrió —Yo tengo que estar en mi casa, chicos, ustedes en la suya, con los suyos.

—Bueno...

—Ahora voy a estar cuidada— nos aseguró.

—¿Por quién?— le preguntó Thiago.

Ella solo nos sonrió. Escuchamos pasos acercarse y cuando giramos vimos que se trataba de Cielo. Ella sonrió al ver a mi hermano.

—¡Cielo!

—¡Thiago!

Ambos se abrazaron.

—Pero, ¿cómo estás? ¡Me dijeron los chicos que te encontraron en la calle!

—Sí. Despido a mi abuela y te cuento mejor, ¿dale?

Cielo miró a Hilda —¿Cómo-? ¿Se va? ¿Por qué?

—Tengo que ventilar mi casa— respondió Hilda. Se acercó a ella —Cuidá a mis nietos— pidió —Me voy sola, chicos, eh— recogió su maleta, miró a Cielo y sonrió —Ah, y.. esas chucherías tuyas te las guardé en otra caja— informó —Esa que tenías de cartón... se me desfondó limpiando— le guiñó un ojo.

Cielo la miró con confusión mientras Hilda se iba y yo miré a ambas con la misma expresión.

—Bueno— miré a Thiago —¿Nos vas a contar ya?

Él se rió —Sí, vamos con los chicos.

Los tres fuimos a buscar a los chicos para juntarlos en el aula. No dejamos entrar a Mar porque ella no estaba bien, parecía tener varicela así que mejor se quedaba afuera, ella seguía repitiendo que era algo injusto porque era llave.

—Pará, Mar, que ahora te lleva Feli al médico.

—No, yo estoy con Thiago— respondió Mar —¡Soy llave, y nosotros las llaves estamos en las buenas y en las malas! ¡Mi amor, estoy con vos, eh!

—No expliqués— Thiago le dijo.

—No explico, no explico.

No tenía idea de qué había pasado entre ellos.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora