Equipo Chouza

Desde la distancia y a tu lado

Cuando Shizune ve a Gai en la academia por primera vez no puede evitar que un sonrojo cubra casi por completo sus mejillas. Para ella Gai era alguien guapo, aún que todas las demás chicas parecían estar en desacuerdo, excepto Kurenai, que asintió y comentó que además de lindo era muy amable.

Shizune probablemente se veía tonta suspirando por cada pequeña cosa que hiciera Gai, escribiendo distraídamente su nombre en casi cualquier hoja. No muy diferente a como actuaban la mayoría de sus compañeras por Kakashi Hatake.

Incluso Dan había preguntado quién era después de leer su nombre en uno de sus cuadernos cuando le pidió ayuda en una tarea, lo que terminó con Shizune roja hasta las orejas y su tío riendo.

Le gustaba verlo entrenar, lo veía desde lejos mientras hacía un número insano de abdominales, corriendo por la aldea o simplemente caminando con su padre, ella estaba feliz apoyándolo desde la distancia, demasiado avergonzada para acercarse y hablarle de verdad.

Hasta qué Lady Tsunade se enteró y decidió intervenir.

-Shizune a ti te gusta el chico Maito verdad?- preguntó casi conspirativente escondiendo una sonrisa, el sonrojo ocupaba sus mejillas delatando que había estado bebiendo.

Ya era tarde por la noche y Tasunade pasaría la noche con su tío, de hecho era lo suficientemente tarde para que Shizune tenga que ir a dormir.

-Yo...claro que no!- casi grito.

Tsunade solo se rió mientras Dan aparecía desde la cocina con un vaso de agua poniéndolo frente a la Sanin.

-Escucha Shizune, si realmente te gusta no puedes solo quedarte mirándolo de lejos, eso suele asustar a los muchachos- explico arrastrando las palabras, Shizune pensó divertida que Gai probablemente era la excepción a eso- tienes que tomar la iniciativa, hazle una carta, o cocínale algo, la mejor forma de llegar al corazón de un hombre es por su estómago.- instruyó guiñando un ojo.

-Tsunade, déjala en paz, ademas ya es tarde y Shizune debería estar acostada.- la salvo Dan riendo.

Shizune no perdió tiempo para escapar mientras Tsunade se quejaba.

-Buenas noches tío, buenas noches Lady Tasunade.

Camino por los pasillos casi en piloto automático mientras su cerebro seguía trabajando, incluso acostada en su cama en la oscuridad se vio incapaz de dormir mientras seguía pensando en lo que había dicho Tsunade.

Y mientras cerraba poco a poco los ojos una idea se maquinaba en su mente.

———

Al día siguiente se despertó más temprano de lo normal y bajo automáticamente a la cocina donde ya estaba su tío preparando el desayuno.

-Shizune, buenos días, aún es algo temprano.

-Lo se tio, pero...ya sabes - dijo con repentina timidez- pensé en prepararme algo para la academia yo misma hoy.

Dan levanto una ceja en intriga con una sonrisa.

-Ah si? No tendrá nada que ver con lo que dijo Tsunade ayer verdad?

Shizune se sonrojo y no lo miro mientras rebuscaba en los cajones y armarios donde podía llegar para encontrar lo necesario

- Por supuesto no- dijo mientras intentaba alcanzar el arroz, el cual le fue entregado finalmente por su tio - gracias -murmuró empezando la receta.