Capítulo 14

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Chimon obtuvo su cena de langosta en un balcón privado con vista al mar. Ellos llegaron al restaurante por una entrada especial donde la mesa ya los esperaba, todo puesto. Aparte del anfitrión y el camarero ellos no vieron a otra persona. Todo eso indicaba que Perth había gastado mucho dinero preparándolo. El corazón de Chimon se hinchó ante la vista.

-¿Tenemos una cita?- bromeó, tomando aire de la brisa de verano.

Perth le dio un rápido beso en el cuello mientras se dirigía a su silla.

-Sí.

Chimon levantó una ceja.

Perth se rio, acomodando unos mechones de su pelo tras la oreja.

-Oh, vamos. La comida aquí es asombrosa. Pensé que valía la pena darse el lujo. Demándame.

La comida era sin lugar a dudas asombrosa. A diferencia de muchos restaurantes caros, el énfasis no estaba en la apariencia de la comida sino en el sabor y la cantidad. Chimon comió golosamente pan fresco, calamares fritos y su propia langosta así como los cangrejos King de Alaska de Perth. Ellos se quedaron el suficiente tiempo para disfrutar de un decadente pastel de doble chocolate que Perth pidió.

Perth llenó el tiempo con asombrosas historias sobre los lugares que recorrieron en su primera gira.

Chimon estaba asombrado de ver lo bien que se llevaban y se perdieron completamente en una discusión de videojuegos que Perth había traído de Japón y Corea. Le hizo jurar a Perth que los jugarían cuando regresaran a su habitación.

Perth se estaba quedando en un hotel que estaba a corta distancia del restaurante, así que Chimon había dejado el coche.

-¿Lo apruebas?- Perth preguntó cuando estaban solos en el ascensor.

-¿Lo apruebo?

-El hotel. Tú eres el experto.

Chimo se rio.

-Realmente es un hotel bonito. Oí de él en una reunión de gerentes hace un tiempo.

-Oh, bueno. Temía haber elegido un hotel por debajo del promedio.

Ellos salieron del ascensor y se dirigieron a la habitación de Perth.

-¿Tú lo elegiste? ¿No es Darika quien te hace los arreglos?

Perth sacó su tarjeta llave.

-No esta vez. Este viaje es totalmente mío.- Le dio una hambrienta mirado a Chimon sobre su hombro-. Intentaba impresionar a alguien.

La cara de Chimon ardía.

-Entonces, ¿cuándo es tu próximo concierto?

-El jueves en la noche en Bangkok.

Chimon realmente sabía eso pero él necesitaba hablar de algo para disminuir el calor que amenazaba con sofocarlo.

<<¿Perth ha hecho todo eso solo para impresionarme?>>

Chimon quería preguntarle por qué pero no podía encontrar el valor.

La habitación en sí era anticuada. El punto focal de la sencilla habitación era la enorme cama frente a las puertas francesas que daban al balcón con vistas al mar. Chimon apoyó su mano en la puerta del balcón.

-Bonito.

Perth se presionó detrás de él, rodeando su pecho con los brazos.

-Esperaba que te gustara.- Los labios de Perth recorrían el cuello de Chimon-. Y ahora para un breve, poco romántico interludio- dijo Perth mientras colocaba una hoja de papel frente a Chimon.

Frunciendo el ceño, Chimon lo cogió.

-¿Qué es esto?

-Los resultados del análisis.

Chimon revisó la hoja, un informe médico con los resultados de la prueba. Prueba para HIV. Negativo.

Perth besó el pequeño punto del hombro de Chimon que se mostraba entre el cuello de su suéter.

-Quería que vieras que estoy limpio. Y no he dormido con nadie desde que la realicé.

Chimon vio la fecha de la prueba, fue realizada un día después de que Perth lo había dejado, antes de irse a Japón.

-¿Nadie?

Perth le quitó la hoja de las manos y la dejó caer en el suelo o en la mesa al lado de la puerta. Chimon no sabía cuánto le importaba su respuesta.

-Nadie. Hombre o mujer.

Con eso Chimon cayó en la cuenta que había dejado que Perth lo jodiera sin condón esa tarde. Ni siquiera había pensado en protección.

-¿Por qué no?

Perth colocó sus brazos alrededor de la cintura de Chimon tirando su espalda hacia su pecho. Acarició con su nariz la parte de atrás de la oreja de Chimon.

-Seguía pensando en ti. Te quería a ti.

Chimon veía las olas iluminadas por la luz de la luna.

<<Eso es demasiado bueno para ser verdad, no?>>

-Yo no te pedí que...

-Lo sé.- Perth mordisqueó su hombro-. Para ser honesto, realmente no lo planeé de esa manera.- Sus manos se fueron hacia la bastilla del ligero suéter que Chimon usaba, levantándolo y teniendo acceso a la piel de su abdomen. El suave recorrido de sus dedos causó que su piel estallara en piel de gallina-. Sabía que quería estar contigo de nuevo pero no planeaba esperar. Solo... sucedió.

Chimon se estremeció hundiéndose en el abrazo de Perth. Él hundió los dedos en la parte de atrás del cuello de Perth, enredando sus dedos en su pelo.

-Pensé que no te gustaba estar sin sexo mucho tiempo.

Los dedos de Perth pellizcaron su pezón.

-No me gusta. Eso es por lo que te voy a joder ahora.

Chimon se rio y se giró, deslizando sus brazos alrededor de Perth y jalándolo a un beso apropiado.

Las manos de Perth vagabundeaban por la espalda de Chimon por debajo del suéter y bajaron hasta acunar su trasero. Cuando las manos se fueron al frente y comenzaron a abrir sus jeans, Chimon lo detuvo, apartándose del beso.

-Esta vez- le dijo con un cínica sonrisa viendo los ojos intrigados de Perth-. es mi turno de saborear.

Las manos de Chimon fueron al botón de los jeans de Perth y lo desabotonó. Besó rápidamente a Perth antes de caer de rodillas y bajar los jeans y bóxers de Perth hasta los tobillos en un solo movimiento. El pene de Perth salió libre bajo su camisa.

Chimon lo contempló tratando de no entrar en pánico acerca de lo que iba a hacer. Lo que él quería hacer. Pero no obstante, era algo atemorizante.

-No tienes que hacer esto, lo sabes.- Perth murmuró, pasando sus dedos por el pelo de Chimon.

Chimon cerró sus manos alrededor del caliente y pulsante eje. Tan caliente. Era muy extraño sostener un pene que no fuera el propio. Levantó la vista y se encontró con la ardiente mirada de Perth sonriéndole.

-Lo quiero hacer.

SawanWhere stories live. Discover now