Capítulo 12

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Chimon llegó a la llamativa casa en la costa de Ao Nang. Aparcó su coche en la calle y siguió por un estrecho camino de piedra entre árboles y arbustos hacia la puerta del frente de la casa. La puerta estaba abierta pero de todos modos tocó el timbre antes de empujar la puerta.

-¿Hola?

Al final de un pasillo con azulejo gris, una chica se asomó. Ella le dio una gran sonrisa debajo de su cabello de impactante color rosa y se dirigió hacia él.

-Debes ser Chimon.- Ella hizo un wai ¹. Tenía al menos un anillo de plata en cada dedo-. Soy Oma.- También tenía un anillo en la ceja derecha.

-Sí...- Chimon le devolvió el wai confundido. ¿Perth se lo habría mencionado a más gente?-. Soy Chimon.

Ella se rio jovialmente.

-Te esperábamos. ¿Gustas algo de beber?

-No, gracias.

Ella tomó su brazo y lo guio por el pasillo.

-Perth habla mucho de ti.

-¿Lo hace?

Ella asintió.

-Él quería que le asegurara que te llevaría con él tan pronto llegaras.

-¿Qué es lo que ha dicho?

-Oh, ¡no te preocupes! ¡Todo está bien! Él nos dijo a todos acerca de ese fabuloso hotel que tienes en Koh Phi Phi Don² en donde necesitamos ir a quedarnos.

Chimon se rio. La música que venía del cuarto al fondo captó su atención. Oma lo guio hacia el interior de una habitación oscura, donde la música era un claro y dulce jazz. Cortinas negras cubrían cada pared desde el techo, oscureciendo lo que era obviamente una gran sala.

Oma lo llevó a través de una maraña de equipo mientras oía débiles 'clic' de una cámara y murmullos de voces sobre la música. Finalmente, ella lo guio a través de una cortina.

Perth estaba sentado de espaldas, en lo que parecía ser una enorme mesa cubierta de un mantel verde. Su desnuda espalda girada tres cuartos hacia el hombre con la cámara arrodillado frente a él, justo fuera del círculo de brillantes luces. El verde del mantel enfatizaba la rica piel dorada de Perth. Su trasero desnudo se veía apetecible.

Ese sedoso cuerpo dorado estaba cubierto de aceite y completamente desnudo.

Chimon se congeló. ¡El hombre era hermoso! Su corazón se aceleró al pensar que esa perfecta criatura había solicitado su presencia.

-Él está aquí- anunció Oma.

Perth se giró un poco desde su sitio para poder ver a Chimon y sus labios se arquearon en una lenta sonrisa. Desde el otro lado de la sala esos hermosos ojos lo miraron.

-Te viniste.

<<No, aún no>>, ese fue el primer pensamiento irreverente de Chimon, mientras su pene se movía. Le sonrió, ni siquiera trató de igualar la bochornosa sexy expresión de Perth.

-¿Que le sucedió a tu pelo?

-Lo teñí para esconderme en las fotografías. ¿Te gusta?

El otro ocupante de la sala se rio, el hombre tenía una buena apariencia, con el cabello rizado castaño, quien saludó a Chimon con un movimiento de la mano y una sonrisa desde su lugar en el suelo de madera.

-Él me está haciendo un favor. Hola. Soy Vic.

Chimon hizo un wai pero pasó un momento difícil para mantener su atención en el fotógrafo. La mirada de Perth estaba en él y podía sentirla como una caricia en la piel.

SawanWhere stories live. Discover now