Sawan

Capítulo 4

La boca de Chimon estaba abierta y la lengua de Perth se empujaba al interior. Perth sabía a Jack Daniels y algo más que Chimon encontró extrañamente delicioso. No tardó mucho para que su propia lengua se enrollara en la de Perth solo para probar ese sabor. Eso era totalmente diferente a besar a una mujer. Ninguna mujer, en su limitada experiencia, había sido tan agresiva o tan abrumadora.

Chimon trató de empujar a Perth, con poco efecto. ¿Realmente lo estaba empujando? Sus dedos se curvaron alrededor de los hombros de Perth, como si colgara de un abismo, como si el mundo se hubiera girado en su eje.

Perth se dejó caer sobre Chimon. Una de sus manos fue hacia la parte de atrás de la cabeza de Chimon y cogió su enredado cabello, inclinándole la cabeza para un mejor ángulo y afianzar el beso. Chimon era incapaz de pensar, con esos labios sobre los suyos.

Difícilmente fue consciente de nada, hasta que Perth dejó de besarlo.

<<¿Cuándo había cerrado los ojos?>>

Abrió los ojos para ver la cínica sonrisa de Perth a un par de centímetros de su nariz.

-Eso fue lindo- la visión ronroneó, apartándose.

Chimon giró la cabeza a un lado y de nuevo empujó a Perth. Jesús, ¡era pesado!

-No, soy gay.

-Ya dijiste eso-. El caliente aliento de las palabras de Perth acarició el punto bajo la oreja de Chimon, haciendo que se estremeciera.

-Detén eso...

Perth se rio.

-¿Qué debería detener?

-El besarme.

La mano en su cabello suavemente masajeó la parte de atrás de su cuello.

-Mmmm. Creo que voy a hacer más que besarte.

-¡No!

-¿Por qué no?

-No soy gay.

-Te oyes como un disco rayado. Joderme no significa que seas gay. ¿Te gusta dormir con mujeres, verdad?

-¡Sí!

Una caliente lengua recorrió su oreja antes de que los suaves labios tomaran el lóbulo de la oreja.

-Entonces, no eres gay.

Chimon gimió cuando Perth mordisqueó su lóbulo.

-Pero...

-Joder un chico no quiere decir que seas gay- Perth repitió liberando el lóbulo de la oreja de Chimon con un húmedo 'pop'-. Significa que eres abierto a muchos más tipos de placer, no solo los que son abiertamente aceptados.

-No...

-¿Por qué no? ¿No se siente bueno?

Chimon abrió la boca para responder, pero los labios de Perth estaban de nuevo devorándolo en otro fascinante beso. Chimon gimió dentro de esos labios, tratando en vano de ordenar sus pensamientos a través de la pulsante y ardiente presión que inundaba profundamente sus entrañas.

Perth levantó la cabeza.

-¿No lo sientes así?

Confundido, Chimon solo lo miró. Él había perdido el rastro de la conversación.

-¿No...?

Perth se rio, apoyando el codo del brazo que aún sostenía el pelo de Chimon.

-Mmm, es mejor de lo que pensé.- su mano libre empezó a desabotonar la camisa de Chimon.