Capítulo 3

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-Oh, ¡jódete!

Chimon rio cuando Perth lanzó el control del juego tan fuerte al sofá que rebotó y cayó al suelo. No es que Perth lo notara. Para cuando Chimon lo atrapó, Perth estaba a medio camino del bar.

Chimon dejó el control al lado de él en el sofá.

-Yo tampoco lo logré la primera vez. Tú estuviste realmente cerca.

Perth levantó una mano señalándolo con el dedo y sacudió la cabeza.

-No me aplaques, estoy trabajando en enfurruñarme.

Chimon se rio. Esa era la segunda noche que jugaba videojuegos con el cantante de Orot Sawany había aprendido rápidamente que Perth era un hombre que explotaba rápidamente e igual de rápido se calmaba. Las emociones del hombre eran como gotas de agua en una superficie caliente, con el calor rápidamente evaporándose.

Chimon se aprovechó de que Perth se había alejado para admirar el físico del hombre. Sin camisa, se veían claramente los bien trabajados músculos de hombros y brazos y su suave y bronceada piel lampiña. La agraciada curva de su columna que bajaba a una delgada cintura que se veía demasiado delgada y fuerte para sostener los holgados pantalones de algodón que cubrían sus largas piernas. De hecho, casi no lo hacían. Chimon podía ver la curva superior del trasero del hombre.

Perth se giró con dos bebidas en la mano. Chimon rápidamente regresó su atención a la televisión, a los gráficos en la pantalla. Él tenía que dejar de hacer eso, él podría ser atrapado y ¿cómo lo iba a explicar?

<<Lo siento,  hombre, pero eres demasiado hermoso para las palabras. No soy gay ni nada, solo te estaba viendo. Sí, correcto. Saldría bien.>>

Un vaso con Jack Daniel estaba arriba de su cabeza. Chimon levantó la vista y vio el brazo, ligeramente cubierto con vello castaño, y evitó ver el escultural pecho de Perth viendo sus ojos oscuros. Una proeza que él lograra calmarse dado que la vista causaba cosas divertidas en su estómago.

-No, gracias.

-Oh, vamos.- El hielo se movía dentro del vaso cuando Perth lo llevó frente a él-. No estás ni de cerca tan borracho.

Él ya había bebido dos en las últimas dos horas.

-Estoy mareado. No necesito mucho.

Perth se inclinó y dejó el vaso en la mesa al lado de las rodillas de Chimon, el olor llegó a la nariz de Chimon.

-¡Ah! Una cita barata.

Chimon se rio y logró no suspirar de alivio cuando Perth se sentó en el sofá, un poco más allá que la distancia de un brazo, subiendo sus pies desnudos arriba de la mesa.

Chimon regresó al juego para evitar seguir mirándolo. Él no debería de haber regresado esta noche. Los raros sentimientos que empezaron a agitar su estómago anoche habían empeorado esta noche. Aceptó el primer trago tratando de actuar normal e ignorar las mariposas en su estómago. Después de todo, Perth era solo una persona. Chimon había tomado el segundo porque el primero pareció no funcionar. Ahora él sabía que las bebidas habían destrozado su resolución anterior en lugar de fortalecerla.

Así que regresó su atención a la televisión, los codos en las rodillas y el control en las manos. Ese era su último recurso. Él podría perderse dentro del juego por un momento y olvidarse de la distracción que era el hombre a su lado.

Perth habló después de un momento de ver a Chimon jugar.

-Entonces, ¿te estoy apartando de tu novia?

-No.

-¿Esposa?

-No. No estoy casado.

-No creía eso. No usas anillo. Pero ya no se puede decir eso en estos días.- Perth levantó la rodilla apoyando el pie en el borde de la mesa-. ¿Estás totalmente libre en estos momentos? ¿Ninguna mujer estable?

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