Capítulo 40

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En la residencia de la familia Hestia, Brunhild estaba entrenando junto a Ryuu y Hedin.

La niña aprende con perseverancia y dedicación. Sus habilidades mejoran cada día que pasa, incluido el trabajo en equipo en el que le faltaba un poco.

Ryuu: Eso es suficiente por hoy.

Brunilde: Está bien, tía Ryuu.

Hedin: Estás mejorando rápidamente Brunilde-sama, pero esto no debería ser una excusa para que aflojes.

Brunilde: Sin duda, maestro Hedin. Oh, lo olvidé, hice estos almuerzos para llevar.

En ese momento, ambos elfos recordaron los viejos tiempos cuando ambos ayudaban a Bell en el entrenamiento y también cuando Syr le llevaba al niño sus almuerzos para llevar cada vez.

Los elfos no pudieron negar la nostalgia que sintieron en ese momento.

Una vez que termina el entrenamiento, las puertas se abren y se puede ver a Hestia con una expresión que no es buena. Brunhild al darse cuenta de esto, se dirige hacia la pequeña diosa.

Brunilde: Hestia-sama, ¿pasó algo?

De repente, Hestia abraza a Brunhild.

La niña albina no sabía lo que había pasado, pero tenía la impresión de que preguntar no era lo mejor. Luego, sin decir nada, simplemente le devolvió el abrazo a la pequeña diosa para consolarla.

Brunhilde no lo sabía en ese momento, pero en ese momento su abrazo era la mejor cura para Hestia.

Mientras tanto en un edificio donde se podía observar la residencia de la familia Hestia, Zeus observaba la escena.

Hermes: ¿Estás seguro de que quieres irte tan rápido?

Zeus: Si me quedo aquí solo causaría molestias, seré mucho más útil si sigo fuera de Orario. Además, Urano podrá explicaros mejor que yo lo que he descubierto.

Hermes: ¿Y entonces? Qué piensa usted al respecto ?

Zeus: Creo que esa niña es un milagro viviente. Con la derrota del dragón negro, Bell ha puesto en marcha una serie de acontecimientos que podrían cambiar muchas cosas para los humanos y los dioses. Pero quizás sea esa joven la que le abra las puertas a una nueva era.

Hermes: Eso es extraño amigo. Conociéndote, habría esperado uno de tus chistes de "qué chica tan deslumbrante".

Zeus: Jajajaja, eso es verdad. Normalmente diría eso. Quién sabe, tal vez como dirían los mortales, me estoy haciendo viejo.

Hermes no pudo evitar notar que la expresión del rostro de Zeus era diferente a la que tenía cuando habló con Hestia. Parecía más sereno, como un hombre que después de mucho tiempo ve la luz de la esperanza después de tantas desgracias.

Zeus: Es hora de que me vaya.

Hermes: Ten cuidado.

Cuando Zeus estaba a punto de cruzar la puerta para irse, de repente se detuvo.

Zeus: Es extraño.

Hermes: ¿Qué?

Zeus: Estaba pensando que los dioses hemos existido desde tiempos inmemoriales, pero si lo piensas bien, nunca hemos cambiado. Somos como estatuas de mármol. Por el contrario, el mundo mortal está en constante evolución.

Quién sabe, tal vez sea esa chica, la chispa que nos haga vislumbrar un nuevo camino.

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YO AVISO

El próximo capítulo se publicará el 4 de enero de 2024.

Felices vacaciones.

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