Danmachi: Next Generation

Capítulo 2

Capitulo 2

Un nuevo torneo estaba por comenzar, donde los miembros que no pertenecían a una familia podían ganar fabulosos premios, aunque el verdadero propósito de los participantes al igual que el de los dioses era hacerse notar para unirse a alguna familia.

El joven rubio decidido a ponerse a prueba se inscribe en el torneo, aprovechando el tiempo disponible, se dirige a comer algo y luego se prepara para la competencia, ve un lugar lleno de gente llamado "la dama de la abundancia".

Entre los diversos clientes a destacar del ambiente están las camareras: Ryuu, Anya, Chloe, Lunoire y Horn; esta última luego de que su diosa regresara al cielo decidió apoderarse de su vida, pero también de preservar la memoria de su diosa; así que le preguntó a Mamma Mia si podía trabajar en el club, y ella estuvo de acuerdo.

Aunque habían pasado muchos años sin parecer haber envejecido, este discurso ciertamente se aplica a Ryuu; luego estaba Mamma Mia, siempre enérgica en la preparación de sus platos y administrando estrictamente el lugar.

A pesar de la felicidad que se percibía en la sala, había un hueco en el corazón de las camareras, cada una de ellas está profundamente ligada al recuerdo de aquella persona a la que amaban mucho, la que era en todos los sentidos su amada hermana, y para Mamma Mia la que vio como una hija, su Syr.

En un momento entra Riviera al club acompañada de Loki, ambos por un trago, Anya se acerca al joven rubio llevándole su pedido y aprovecho para preguntarle si había venido a participar en el torneo, el joven rubio le responde que si.

Al escuchar su discurso, Loki instintivamente entra en la conversación.

Loki: heyyy joven, ¿de casualidad también esperas ser notado para unirte a alguna familia?

Respondiendo con un poco de vergüenza.

???: Bien quizás. Pero, por supuesto, intentaré hacerlo lo mejor posible.

Riveria reprendió a Loki.

Riveria: Loki, ¿ya estás tratando de conseguir nuevos miembros antes del torneo? ¿Te resulta tan difícil jugar limpio?

Loki: Vamos Riveria solo quiero ver de antemano, oye chico una pequeña premisa no querrás intentarlo con esta hermosa elfa, es mayor de lo que parece.

Se escucha un gran estruendo desde fuera del club, el pobre Loki lo había pedido.

Al escuchar sus nombres el joven rubio dijo algo absurdo.

???: Nunca podría llamar viejo a un alto elfo, no quiero adquirir la fobia de no poder nadar.

Riveria se sorprendió por lo que dijo, mirándolo de cerca cuando notó algo familiar.

???: Gracias por el almuerzo.

Las dudas de Riveria la asaltaron, en cierto momento no pudo resistirse y salió del club siguiendo al joven.

Una vez fuera de la habitación, notó una discusión entre un grupo de aventureros.

Aventurero 2: ¿Podemos saber qué problemas tienes? Mi amiga no quería pegarte a propósito, solo estaba practicando.

Aventurero 1: Bueno, tu amigo debería aprender cuál es el lugar para los pequeños como tú.

A punto de atacar a los jóvenes aventureros, una piedra golpea la cabeza de uno de los atacantes.

???: ¿Nadie te enseñó nunca que es cobarde atacar a los aventureros más jóvenes?

Aventurero v1: ¿Qué quieres? Tal vez deberíamos enseñarte a respetar a los veteranos también.

???: ¿Veteranos? Para mí, ustedes se parecen más a los matones que se meten con los pequeños.

Los veteranos inicialmente intentan golpear al joven rubio con los puños, pero este logra esquivarlos con gran facilidad e incluso tirarlos al suelo.

En este punto el grupo decide usar las armas, Riveria al ver la situación degenerada se prepara para intervenir; pero con una velocidad muy alta y utilizando una técnica elegante, el joven rubio usando la espada que mantenía escondida en su costado logra fácilmente dejar fuera de combate a los atacantes.

Riveria al observar el evento quedó petrificada por la forma de pelear del joven, no por lo increíble que era, sino porque ese estilo de esgrima ya lo había visto en el pasado.

Los atacantes, asustados por el joven, decidieron huir.

Aventurero 2: Gracias por tu ayuda.

???: Ningún problema.

Riviera acercándose al joven rubio, sabiendo lo que quería saber, pero sin ocultar su ansiedad por saber la respuesta a la pregunta que estaba a punto de hacerle.

Riveria: Chico, ¿cómo conoces esas técnicas de espada?

???: Me enseñó mi madre.

Finalmente la pregunta decisiva.

Rivera: como te llamas?

???: Samuel.

Breve pausa para las palabras.

Samuel: Samuel Wallenstain.