Anhelo

2.1K 312 59
                                    

Sentía el calor acumulándose en su cuerpo mientras su respiración se volvía más errática en cada roce de sus labios. Las manos de Satoru parecían adecuarse perfectamente a las curvas de su cuerpo mientras sus besos bajaban despacio —mas algo desesperados— por su cuello, llegando a su clavícula. Saori apretó los cabellos blancos que había enredado en sus dedos, y mordió su labio para no soltar un sonido que delatara el efecto que estaba teniendo en ella en aquel momento. Los brillosos rastros de saliva bajaban un poco más, yendo al centro de su pecho, junto con otro apretón en su cadera y un sonido que indicaba el éxtasis que Gojo sentía al saborear su piel.

Tal vez se debía a que era la segunda noche que se quedaba en casa, o que haber dormido abrazada junto a él la noche anterior la había hecho querer más que quedarse en simples besos como de costumbre. La mayor parte de las veces, el tiempo, los niños o alguna interrupción les jugaba en contra para explorar a fondo sus deseos.

La pasión y tensión entre ellos era evidente desde aquella noche que regresaron de Hitachi, y sinceramente Gojo no se explicaba a sí mismo cómo había sobrevivido todo un mes sin ir más allá, considerando todo lo que Saori le provocaba. Entendía ahora que era mucho más que simple deseo carnal, pero eso no quitaba que la seguía deseando de una manera insaciable.

Sus dedos se posaron en los botones de la blusa de Saori, su respiración salía entrecortada mientras esperaba algún tipo de consentimiento para avanzar, y apenas ella asintió y a duras penas murmuró un “no te detengas”, comenzó a desabrocharla despacio, pero fue interrumpido por el golpeteo en la puerta de la habitación.

Ambos voltearon a mirar, y seguramente en una situación diferente, aquello no habría sido suficiente para detener a Satoru, sin embargo ambos sabían que solo se podía tratar de Megumi o Tsumiki.

Saori se sentó rápidamente en la cama, abrochando su blusa, arreglando su cabello y su falda antes de dirigirse a la puerta. Satoru suspiró frustrado, quedándose en uno de los rincones de la habitación, fuera de la vista.

—¿Tsumiki-chan? —preguntó preocupada al ver a la niña cubriendo su rostro.

—Saori, ¿puedo dormir contigo? Tuve una pesadilla horrible —sollozó un poco.

Los brazos de Saori no tardaron en rodear a la pequeña, acariciándole el cabello.

—Claro, mi niña —susurró y besó su frente—. Pero primero vamos por un vaso con agua —dijo, dándole una rápida mirada a Gojo.

Satoru pasó hacia el salón mientras Saori se ocupaba de distraer a Tsumiki de aquella pesadilla que había perturbado su sueño. La guió nuevamente hacia la habitación, sosteniéndola por los hombros y se acurrucó junto a ella hasta que la niña logró volver a dormir.

Satoru estaba tirado en el sofá, su brazo cubriendo sus ojos y el otro estirado, dando golpecitos en el suelo, impaciente, aunque sabía que no iban a poder retomar desde donde lo habían dejado.

—Ya se durmió —dijo Saori, acariciándole el cabello a la vez que se inclinaba para darle un beso en la frente—. Te dije que no la dejaras ver aquella película —reprochó.

Antes de poder añadir algo más, Satoru había atrapado sus mejillas para acercarla y besar sus labios.

—Sí, supongo que me lo gané —bromeó y se reincorporó, estirándose—. Me iré a casa.

Ella hizo una mueca, tomándole la mano. La atrajo hacia su regazo, envolviéndola en sus brazos para volver a besarla.

—De todos modos mañana tengo cosas que hacer antes de nuestra cita. Es mejor que me vaya.

—Yo creo que sería mejor que me dieras pistas sobre lo que planeaste —replicó la muchacha, mientras sus dedos recorrían los hombros de Satoru.

Él negó con su cabeza, cerrado a darle detalles de la sorpresa.

Co-parenting || Satoru GojoWhere stories live. Discover now