28

188 24 14
                                    

Llegó el día del bautizo de los trillizos, todo ya estaba listo y ese día comenzaban a arreglarse.

-Amor, ya ven por Giulietta- dijo Emilio desde el baño.
-Voy amor- dijo Joaquín y entró con una toalla cubriendo a su hija-. Véngase mi niña.
-Me termino de bañar para cuidarlos mientras tú te bañas.

Se dieron un beso y Joaquín se llevó a cambiar a la niña. Sus otros dos bebés estaban en su cuna jugando, ya estaban bañaditos y con una ropa sencillita. Joaquín sonreía al ver a sus tres bebés, fruto de su amor con Emilio. Los bebés tomaban las manos de su papá y sonreían.

-Los amo mucho mis niños- dijo Joaquín dándole un besito a cada uno-. Ustedes dos muchachitos son igualitos a su papá y a mí que no dudo que serán muy guapos cuando crezcan. Y tú mi princesa, vas a ser tan hermosa porque eres una combinación de ambos, no dudo que vayas a tener muchos pretendientes.
-Joaco, mi niña no tendrá novio hasta los 50- dijo Emilio entrando al cuarto.

Los celos de Emilio hacia su niña siempre eran divertidos, no quería imaginarse cómo serían sus hermanos cuando crecieran.

Luego de que Joaquín se bañó comenzaron a arreglar a los bebés, pero era un poquito difícil.

-Yo voy, amor- dijo Emilio cuando escuchó el timbre-. Ay, gracias que llegaron.
-¿Qué pasó, hijo?- preguntó Niurka.
-Necesitamos que nos ayuden a arreglar a los niños.
-El instinto de mamá nos decía que necesitaban ayuda- dijo Eli.

Las dos familias habían entrado, Romina y Renata siempre se emocionaban cuando veían a sus sobrinos. Ellas ayudaron a arreglar a la niña y las abuelas a los niños.

-Con un poco de ayuda todo se puede- dijo Eli.
-La verdad si, mamá- dijo Joaquín-. Nunca batallamos en vestirlos pero hoy por lo del evento si nos sentíamos un poco apurados.
-Y el día de su boda nosotros los vestimos- dijeron Romina y Renata.

Luego de un rato ya estaban arreglados y se fueron al lugar donde se llevaría a cabo todo, era una linda hacienda que les encantó mucho que también ahí sería su boda.

-Miren, allá están los padrinos- dijo Kiko y los bebés se emocionaron.
-Pero que niños tan guapos, en especial mi ahijado- dijo Apio cargando a Ramiro.
-Ay Apio, mi ahijado también está guapo- dijo Poncho cargando a Sebastián.
-Si, pero nuestra ahijada se lleva la belleza- dijeron Wendy y Nicola llenando de besos a Giulietta.
-¿Ya podemos comenzar, jóvenes?- preguntó el padre.
-Si padre- dijeron los Emiliaco.

Amor Halcón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora