22

237 24 27
                                    

La noche cayó y todos ya se habían ido, Emilio era el único que se quedaría para ayudar a Joaquín.

Por el cansancio, Joaquín dormía mucho luego de las visitas. Revisó su celular y apenas eran las 2 de la mañana, volteó a su izquierda y sonrió al ver a su prometido mirando a los bebés.

-¿No te has dormido?- preguntó.
-Si, solo que fui al baño y al regresar alguien ya tenía su pañalito sucio, lo cambié y ya me quedé despierto mirándolo- dijo Emilio acariciando con su dedo las caritas de sus bebés-. Mis preciosos bebés.
-Ven aquí, amor.

Emilio hizo caso a la petición de su prometido, ya sabía a lo que iba eso así que se acercó y tomó la iniciativa de besarlo. Joaquín lo miraba sonriendo y con amor.

-No me equivoqué en saber qué serías un maravilloso papá, un papá de quien nuestros halconcitos estarán orgullosos- dijo Joaquín-. Y no me cabrá la menor duda de que serás el mejor esposo.
-Bonito, esa fue la razón por la que te pedí matrimonio- dijo Emilio-. Eres el amor de mi vida, el motivo de mis sonrisas y el papá de mis hijos. De verdad no sé cómo pagarte tanta felicidad.
-Con muchos besitos me conformo.

El amor desbordaba por todos lados, los Emiliaco sabían que se amarían más desde la llegada de sus bebés. Un quejidito los hizo voltear a las cunitas y notaron un pucherito de Giulietta.

-¿Qué pasó, princesa?- dijo Emilio cargándola y meciendola un poco-. Ya mi amor, aquí está papá Emi.
-Amor, pásame a la niña y ayúdame a darle de comer a Ramiro porque ya está chupando su manita.

Rieron por lo tierno que se veía su hijo haciendo eso, Emilio le pasó la niña a Joaquín y preparó el biberón para dárselo a su pequeño. Se sentó en el sillón para estar más cómodo y en la otra cunita Sebastián estaba despierto.

-¿Y usted no tiene sueño, jovencito?- preguntó Emilio al bebé y miró a ambos-. Ay mis niños, creo que ustedes van a ser los más traviesos cuando crezcan.
-Giulietta tal vez será la única niña pero no dudes que también será traviesa.

Los bebés ya se habían calmado y los volvieron a acostar en sus cunas. Joaquín volvió a acomodarse para ya dormir, pero antes tomó la mano de su pareja.

-Duerme aquí conmigo, amor- dijo Joaquín.
-Cómo decirte que no- dijo Emilio y se acostó a su lado abrazándolo-. Descansa amor.
-Te amo Emi.
-Yo te amo más, y a ustedes mis halconcitos.

Amor Halcón Where stories live. Discover now