Después de La Casa de los Famosos Emilio y Joaquín continuaron sus vidas como pareja, pero las reuniones con el team infierno nunca se olvidaban.
Pero ¿qué pasaría cuando una sorpresa inesperada cambie sus vidas?
La felicidad de los Emiliaco desbordaba por todos lados, ya tenían a sus bebés y ahora estaban comprometidos.
Eran unas cositas tan hermosas que no dejaban de mirar, los bebés comenzaron a abrir sus ojitos y eso enamoró más a la pareja.
-¡Mira sus ojitos!- dijo Emilio-. Ramiro sacó los tuyos. -Es verdad, Sebastián sacó los tuyos y Giulietta una combinación de los dos- dijo Joaquín-. Hola amorcitos. -Nuestros halconcitos.
Ambos cruzaron miradas y se besaron, ese día no querían hacer otra cosa más que besarse y estar con sus bebés. Unos leves toques se escucharon en la puerta y se prepararon para recibir a la familia.
-¿Podemos pasar?- preguntaron Romina y Renata. -Claro, pasen- autorizó la pareja. -¡Ay, queremos conocerlos!
Las jóvenes se acercaron a ver a los bebés y se emocionaron mucho. Los padres de ambos también también entraron y por más que querían gritar de la emoción se aguantaron.
-¡Ay, pero que cositas tan hermosas!- dijo Niurka-. Los tres van a tener tus cachetes, hijo. -Sin duda son muy lindos, no hemos dejado de mirarlos desde que los trajeron- dijo Emilio-. Pueden cargarlos.
Los trillizos estuvieron pasando por brazos de toda la familia, los papás primerizos no dejaban de sonreír porque valió la pena esperar su llegada y toda la familia los amaba. Ambos se miraron y asintieron porque ya era momento de anunciarles la otra sorpresa.
-Familia, les tenemos una sorpresa- dijeron ambos tomados de las manos y una mano de Emilio cubría el anillo. -¿Qué es? -1... 2... ¡Y 3!
Emilio quitó su mano y Joaquín mostró su anillo de compromiso, todos se sorprendieron.
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Fue una sorpresa inesperada pero lo tomaron muy bien y los volvieron a felicitar.
-Sabemos que fue algo inesperado, pero nuestro amor rindió frutos y siempre queremos estar juntos para ser una gran familia- dijo Emilio. -Ay hijos- dijeron Juan y Uberto sonriendo-. Tienen nuestra bendición para casarse, solo queremos que sean felices y nuestros nietos tengan una bonita vida junto a ustedes. -Gracias papá y suegro- dijo Joaquín. -¿Cuándo van a venir los del team?- preguntó Renata, ella tenía cargado a Sebastián. -Tal vez mañana, hoy algunos estarán ocupados y todos juntos quieren conocerlos.
Los bebés ya tenían hambre así que una enfermera les llevó unos biberones con la fórmula, ayudaron a la pareja a acomodar a los bebés y les comenzaron a dar sus biberones.
-Son muy comelones- comentó Emilio. -Ahorita solo porque los tres ya tenían hambre- dijo Joaquín y los miró sonriendo-. Lo bueno que tendrán diferentes horarios para todo. -Y sus papás van a poder porque nada es imposible.
Joaquín se recargó en el hombro de su prometido y ambos miraban a sus bebés. Ya no había mayor felicidad que esa.
