Amor Halcón

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Más tarde habían dado de alta a Joaquín y regresaron a casa. Joaquín caminaba despacio ya que aún tenía un poco de dolor, pero su bebé estaba bien.

-¿Quieres ir a acostarte, amor?- preguntó Emilio.
-Si amor, el doctor dijo que tengo que descansar un poco- dijo Joaquín y subieron, su novio lo ayudó a acostarse-. Gracias Emi.

Emilio sonrió y se sentó a lado de su novio. Aún no podía creer que iba a ser papá junto con el amor de su vida, acarició su vientre y dejó muchos besitos ahí, Joaquín sonreía.

-Halconcito o halconcita, soy papá halcón- le hablaba Emilio al vientre de su pareja-. Tu papito y yo esperamos con alegría tu llegada. Vas a tener a los papás más amorosos, los abuelitos más consentidores y los tíos más alocados pero que te van a amar.
-Sobretodo los tíos del team infierno- mencionó Joaquín.
-Eso es cierto, tu tía Wendy va a ser la más emocionada.

Emilio dejó otros besitos en su vientre y se acomodó a lado de su novio. Se miraban con mucho amor ya que aún no asimilaban que iban a ser papás, pero su felicidad era indescriptible. Joaquín se acomodó entre los brazos de su novio y Emilio le daba cariñitos con muchos besos.

-Oye amor, ¿cuándo les daremos la noticia a nuestras familias y a nuestros amigos?- preguntó Joaquín.
-Pues mira, ahorita tienes que recuperarte un poco luego de la caída y después de eso tenemos que ir al ultrasonido porque el doctor necesita verificar que todo esté bien con el bebé- dijo Emilio-. Cuando nos den la foto les decimos la noticia.
-Ya se me ocurrió una idea para decirles y será una buena ocasión porque mi papá vendrá.
-Ya quiero ver la reacción de mi suegro cuando se entere de que su cachorro tendrá un halconcito.

Emilio ya era conocido como Halcón desde que salieron de LCDLF y eso le dió una gran idea a Joaquín para darles la noticia a todos. Le platicó su idea a su novio y a este le encantó, ya que Joaquín se sintiera mejor irían a comprar las cosas.

Al estar descansando se pusieron a ver una película, Joaquín sonreía al ver la mano de su novio sobre su vientre y al subir su mirada lo vió muy pensativo pero sonriendo.

-¿Qué tanto piensas, Emi?- preguntó Joaquín.
-Ay mi Joaco, ya no puedo pensar en nada más que en pasar toda mi vida contigo- dijo Emilio sonriendo-. Quiero estar siempre a tu lado y ver crecer a nuestro hijo.
-Siempre vas a estar con nosotros. Este bebé es fruto de nuestro gran amor.

Emilio se agachó un poco para besar a Joaquín y dejó otro beso en su vientre.