Jimin se dedica a vender sus nudes en una cuenta anónima. Un fatídico día en el cuál todo parecía ir mal, acabaría peor cuándo su celular resbala de sus manos y entre maniobras para evitar que se rompa, manda una nude a uno de los chicos más odiosos...
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Cuando se jugaba verdad o reto en una fiesta con más de cincuenta personas, era muy probable que no todos participaran. Él solía mantenerse al margen, quizás en el patio tomando una cerveza y charlando con algún estudiante universitario de alguna facultad. Para su consternación, fue arrastrado al juego de sus pesadillas, donde se giraba una botella vacía y el que quedaba señalado debía elegir entre responder una verdad o realizar un reto estúpido.
Sinceramente, a Kai no le gustaba este tipo de juegos, pero a Lisa le parecían fascinantes. Era la única forma de describir cómo su sonrisa traviesa, envuelta en unos labios pintados de negro, miraba a quien era víctima de sus incómodas preguntas o retos vergonzosos. Su chica era buena en esto, no temía proponer un reto demasiado atrevido ni tampoco cumplir con una verdad demasiado embarazosa, y el alcohol también ayudaba.
- ¡Kai! -. Llamó Jessie delante de él, la botella, de manera algo imprecisa, lo señalaba por la boquilla-. ¿Verdad o reto guapo?
- Verdad.
La respuesta predecible provocó abucheos del público fuera del círculo, quienes, curiosos y atraídos por el bullicio, observaban sedientos de entretenimiento a expensas de los demás. Taehyung, sentado a dos personas de distancia, se arrimó de manera tal que pudiera golpearle con la palma abierta tras su nuca. Kai maldijo en voz alta al ver a su amigo borracho regresar alegremente a su lugar, mientras las risas y burlas del resto se alzaban.
- ¡Vamos amigo! Siempre dices verdad, y nunca respondes -. Se quejó Mingyu al otro lado del circulo, justo en la curva de este.
- Claro que respondo -. Se defendió sin sentirse realmente atacado.
Estaba acostumbrado a este tipo de ambiente, aunque prefería la tranquilidad de su hogar.
- Si, una de cada tres veces-. Se burló Lisa a su derecha, inclinando ligeramente su cuerpo más cerca de él.
Kai se quedó observando por unos instantes la expresión risueña y las mejillas sonrojadas de Lisa por la bebida. Un sentimiento cálido y familiar se apoderó de él, pero rápidamente lo reprimió.
- ¿De qué hablas tu? -. Bromeó hacia la chica, estirando un dedo para pincharle la costilla. Lisa se encogió con una risita por las cosquillas
A pesar de todo, Kai no pudo evitar sonreír ante la adorable reacción de su amiga.
