HOY: NO HAY TAL CRISIS

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—Gracias.

Dejé un beso corto en sus labios.

—Voy a traerte algo de tomar mientras arreglas las cosas de tu maleta, ¿de acuerdo? Ya regreso.

Les sonreí a ambos y salí de la habitación para ir al baño a mojarme un poco la cara. Luego, caminé en dirección a la cocina y cuando estaba a punto ya de entrar, me encontré con Mar.

—Ey, no te vi antes— me sonrió.

—Sí, con Thiago fuimos a-

Frunció su ceño —¿Con Thiago?

Me reí —Fuimos a casa de Simón— aclaré —Pero... las cosas en su casa están mal así que se quedará a dormir aquí por unos días.

—Dejame adivinar, ¿problemas con su viejo?

—Sí— hice una mueca —Fue horrible, Mar.

Mar negó —Pobre payasito.

—Sí.

Entramos a la cocina y encontramos a Feli allí, con Dora, mamá de Terremoto y abuela de Mar.

—¿Alguna novedad?— preguntó Mar.

Se refería a Terremoto que seguía desaparecido. La verdad es que estaba bastante extraño todo eso.

—¡Nada!— respondió Dora con los ojos abiertos, se veía nerviosa —No, lo que pasa es que yo pasaba a- pasaba a dejar una cédula del bar y.... y- es un cosa de rutina.

Sus nervios eran bastante notorios por lo menos lo eran para mí, pero Mar no lo notó. Dora pegó en el pecho de Feli lo que parecía ser un sobre.

—Hágase cargo, por favor— pidió —Por favor.

—¿Qué pasó con Terremoto?— pregunté.

Dora me miró y soltó un sollozo para luego ir hacia Mar y abrazarla.

—¿Palmó?— preguntó Mar ante su reacción.

Su abuela no supo que responder. Miró a Feli.

—Eh... Felicitas te va a explicar— miró a Mar, negó con una expresión de tristeza —Perdoname.

Sin más se fue. Mar y yo fruncimos nuestros ceños.

—Por Dios, como me perrrsiguen las confesiones— fue lo que Feli susurró, pero logramos escucharla.

Intercambié una mirada con Mar. Feli se giró para vernos y sonrió. Estaba muy confundida.

—Maritis, Valentitis. Bueno, Maritis, eh... bueno...

—¿Qué pasa, Feli?— pregunté.

—Resulta que el púgil, ¿no que sí? Eh.. Terremoto, ¿no qué sí?— explicó, o intentó —Tu papis. Bueno, nada, mandó una misiva. Eso.

Le entregó un sobre a Mar, el que Dora pegó en su pecho hace nada. Mar miró a Feli y yo me acerqué, un poco más, para poder leer lo que ponía la carta.

Midnights ✨ || Casi ÁngelesWhere stories live. Discover now