Moon Necklace | Soonhoon

v e i n t e

Mingyu miró su reloj con ansiedad. El tiempo corría rápidamente.

Estaba parado en medio del elegante centro comercial. Su cabello cuidadosamente peinado hacia atrás y su esmoquin complementaban sus ojos.

Los ojos de la gente estaban fijos en él, susurrando al pasar. Siempre recibió esta atención, pero nunca estuvo realmente acostumbrado a ella. La gente siempre estaría mirándolo sin que él supiera por qué.

"¡Ve a hablar con él!"

"¿Es una celebridad? ¡Es tan guapo!"

"Me pregunto si estará soltero..."

Suspiró rindiéndose, hasta que pudo escuchar su nombre desde lejos. El sonido de su nombre se volvió coqueto y dulce. Miró hacia atrás para ver a la persona exacta que estaba esperando.

-¡Kim Mingyu!- Llamó, haciendo todo lo posible por caminar más rápido con sus tacones altos. Mingyu suspiró con cuidado, lamentando sus decisiones.

La chica llamaba la atención. La mayoría de los hombres en el centro comercial también la miraban a ella y a Mingyu. Todos suspiran o se sonrojan.

"¡Ellos se ven muy bien juntos!"

"Oh... Así que ya está saliendo con alguien..."

"¡Se ve muy sexy!"

Mingyu puso los ojos en blanco ante los susurros que apenas podía oír. Observó mejor a la mujer. Casi nada ha cambiado. Su rostro de aspecto suave, su largo cabello rubio como el de una muñeca, su cuerpo realmente curvilíneo que hacía babear a casi todos los chicos. Para colmo, llevaba un vestido azul que se ajustaba perfectamente a su cuerpo, haciéndola parecer una modelo. Todos los chicos habrían pensado que ella sería el amor de su vida, excepto Mingyu.

Pronto se encontraron en el medio, haciendo que la mujer mirara directamente a los ojos de Mingyu.

-Perdón por llegar tarde. Me llevó un tiempo prepararme. Pero valió la pena, ¿verdad?- Giró dando vueltas mostrando cada borde y curva de su cuerpo, haciendo que Mingyu quisiera odiarla.

-Mirar. Me llamaste ayer diciendo que tienes un 'problema' pero aquí estás, haciéndome querer vestirme como el puto presidente y a ti como la próxima top model. Dime lo que quieres, Lim Aecha.- dijo directamente Mingyu. Lo que hizo que Aecha frunciera el ceño. Miró al suelo, lo que hizo que Mingyu se arrepintiera de lo que dijo.

Suspiró mientras se golpeaba la cara.

-Por favor. No quiero ser grosero, pero todo esto es demasiado sospechoso. Vayamos directo al grano - dijo. Aecha todavía no ha dejado de mirar al suelo mientras comenzaba a juguetear con sus dedos.

-Lo lamento. Es que...- Se detuvo antes de levantar la cabeza. Dejó de jugar con sus dedos y tomó las manos de Mingyu, abrazándolas con fuerza. Los acercó a su pecho y se acercó. Ella todavía miró hacia otro lado, tratando de seguir actuando inocente.

-Mi mamá y yo peleamos. Así que no tengo adónde ir. Me he estado quedando en casa de mi amiga, pero ella dijo que pronto tendrá que irse a algún lugar fuera del país. Eres mi esperanza más cercana, Kim Mingyu. Por favor.

Mingyu se estremeció. Sacó las manos, asustado, y las puso de lado de su cuerpo. Suspiró con cuidado.

-Discutamos esto en otro lado. No en medio de un centro comercial donde todos nos miran de forma extraña.

Aecha sonrió y asintió. -Conozco un gran lugar. Pagaré esta vez. Te debo una de todos modos.

Poco a poco, Mingyu estaba empezando a arrepentirse de sus decisiones.