Capítulo 3

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Al llegar a las ocho de la mañana a la oficina, Ohm encontró a Constanza burlándose del plan de Fluke.

— ¿Has echado un vistazo a esto? — preguntó la mujer.

— No — Ohm agarró los papeles y los volvió a dejar sobre la mesa. — Y tampoco te he pedido que tú lo hagas.

Esa misma mañana Ohm le diría a Fluke que no podían llegar a ningún acuerdo sobre el castillo. ¿Cómo podía ser tan ingenuo? Pero Fluke no tenía ni idea de con quién estaba tratando. Por el bien de él, en alguna ocasión Ohm había llegado a contener todo lo que era severo, poco sentimental y agresivo en su propia naturaleza.

Incluso una vez había buscado un campo lleno de amapolas para hacerle una proposición romántica. Se sintió mareado al recordarlo y alejó de su mente esos pensamientos.

A las once en punto Fluke traspasaba la puerta del despacho de Ohm por segunda vez. Se sentía lleno de adrenalina, y había decidido que Ohm tendría esa dimensión personal de la que hablaba.

— Seamos breves — dijo Ohm antes de que él pudiera cerrar la puerta.

Fluke lo miró. Llevaba un elegante traje de color gris oscuro y él recordó que en una ocasión había sido su hombre. Pero también recordó que era demasiado atractivo para contentarse con uno solo. Aunque no había querido tener sexo con él, eso no era una excusa para lo que le había hecho. Le había pedido que se casara con él y después le había hecho pedazos el corazón.

— Me temo que no te va a gustar lo que voy a decirte.

— Tú ve al grano — le dijo Ohm secamente.

— Ayer dijiste que no tenías ni idea de porque  te dejé hace cinco años, pero la verdad es que no me lo creo. ¿Por qué no examinaste tu conciencia?

— Estaba limpia.

— La tarde que te devolví el anillo acababa de regresar de pasar el fin de semana en Ballybawn. Dijiste que estabas muy ocupado para ir conmigo...

— Y lo estaba.

— Sí, realmente estabas muy ocupado ese fin de semana — contestó Fluke con una mueca.
— Cuando llegué a casa Rochelle recogió uno de tus gemelos de la alfombra de su dormitorio y me dijo que te habías acostado con ella la noche anterior.

Ohm cerró los ojos con un gruñido.

— ¿Me estás tomando el pelo con esa estúpida historia?

Su falta de culpabilidad hizo que Fluke se pusiera furioso.

— Crees que lo puedes negar, ¿verdad? ¡Supongo que también piensas que no tenía ninguna prueba! ¿Por qué después de todo este tiempo no puedes admitir que traicionaste mi confianza?

— Te dijo que me acosté con ella. Si fuiste lo suficientemente estúpido como creerlo, ¿por qué tendría que seguir discutiendo ahora que ya no me importa nada? — le preguntó de manera cortante.

Fluke se estremeció y juntó las manos.

— Entonces... eh... más o menos lo admitiendo...

— ¡Y un cuerno! — dirigiéndole su mirada dorada con indignación.

— Ya sé lo que vas a decir... ¡Que Rochelle estaba mintiendo y que sacó el gemelo de oficina!

— No sabes lo que voy a decir — respondió Ohm con una tranquilidad peligrosa y amenazante.

— A lo mejor vas a sugerir que me lo estoy inventando para encubrir esa conspiración familiar que mencionaste ayer! — declaró Fluke con desdén, aunque estaba temblando y la voz le fallaba. — ¡Pero sé que aquella noche dormiste con mi hermanastra!

Un ángel con deseo de venganza   (4° Historia enlazada Con Algo más que deseo)Where stories live. Discover now