Capítulo 8

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Mientras la limusina subía la carretera empinada, Ohm no separaba la vista de Villa Contarini, que dominaba el valle exuberante.
El magnífico palacete del siglo diecisiete construido por el primer Roberto Tessari se alzaba sobre una colina llena de robles y cipreses oscuros. No era un edificio precisamente cálido, sino un monumento de piedra al poder y al dinero de Tessari.

Cuando llegaron al principio del camino largo y amplio Ohm le dijo al chofer que parara. Se bajó de la limusina junto a los muros que había escalado cuando era niño, dispuesto a saborear su derecho a caminar por los espléndidos jardines que habían sido el orgullo y la dicha de su padre. En el calor de la tarde, el aroma de las adelfas llenaba el aire. Impaciente por encontrar a Fluke, cruzó la terraza de mármol que delimitaba la impresionante entrada principal. Se sentía bien. Todo estaba en su sitio, donde él quería que estuviera, porque nunca se había imaginado estar en la villa sin Fluke. Arrancó una rosa blanca que había crecido junto a un pilar que sujetaba el busto de alguna criatura mítica del mar y entró. El interior estaba en silencio, porque le había dado la tarde libre al personal.

La llegada de Ohm Da Thitiwat, el hijo bastardo de Stephanella, a la villa de sus antepasados era una ocasión especial para la que no quería testigos. Sus pasos resonaron en la enorme galería. En la amplia entrada que se abría ante él había numerosos retratos en las paredes. Aunque nunca antes había entrado en Villa Contarini, podía darle un nombre a cada uno de los rostros representados en los lienzos. Cuando era un adolescente había devorado todos los libros que documentaban la historia de la familia Tessari. En uno de los retratos reconoció sus propias facciones, reflejadas en el rostro de su abuelo paterno. Pero el parecido no significaba nada para él, porque habían pasado muchos años desde que había tenido la necesidad de pertenecer a una familia. Observó el retrato de su propio padre y desvió la mirada con desdén.

El silencio claustrofóbico empezaba a hacerle sentir extrañamente incómodo. Su propio reflejo en un espejo enorme lo sorprendió y frunció el ceño. Rebelándose, se quitó la corbata y la dejó sobre una mesita de mármol; después se abrió el cuello de la camisa. Ahora esa era su casa, así que se pondría cómodo. Pero no se sentía como si fuera su hogar, aún que en realidad no recordaba haberse sentido nunca en casa. Después de dejar la finca de Contarini siendo un niño nunca se había permitido atarse a ningún lugar. Un sonido leve le indicó que no estaba solo y se dio la vuelta con un movimiento elegante.

Fluke estaba parado al pie de la imponente escalera, con una sonrisa de incertidumbre en los labios. Su dulce familiaridad hizo que algo se moviera en su interior. La brillante luz del sol que se colaba por la ventana convertía su cabello en un halo salvaje e iluminaba su piel con una tonalidad de oro pálido que contrastaba con el blanco perfecto de su ropa. Sintió un deseo inmediato, feroz y primario de poseerlo. Fluke observó a Ohm en silencio, con el pulso acelerado y la boca seca. Él llevaba un traje de color gris marengo hecho a medida por un diseñador italiano que le daba el aspecto de un gángster.

Fluke lo había estado observando mientras atravesaba la entrada y tiraba la corbata sobre la mesa, contemplando su cabello negro y sus facciones bronceadas. En ese momento, comenzó a sentir que se le derretían los huesos. La mirada dorada que Ohm le dirigió hizo que a Fluke se le pusiera un nudo en el estómago. Tenía las piernas tan rígidas que le empezaban a fallar las rodillas, y descubrió avergonzado que los pezones se habían endurecidos apretándose contra la camiseta y tal vez haciéndose visibles a través de la fina tela de la camisa. La mirada de Ohm lo envolvió, se detuvo a la altura del pecho y subió hasta el rostro ruborizado de Fluke. Con un gesto elegante, le dio la rosa.

— ¿Te ha cuidado bien el personal?

Los pétalos eran suaves como la seda cuando Fluke los tocó.

Un ángel con deseo de venganza   (4° Historia enlazada Con Algo más que deseo)Where stories live. Discover now