-Frodo pasó de mi clarividencia -fue lo primero que dijo Gandalf después de estar por mucho tiempo en silencio -la oscuridad es más profundo -comenta con preocupación
-Si Sauron ya lo tuviera todos se enterarían
-Lo tendrá en poco tiempo -dice el mago de manera pesimista -sufrió una derrota sí pero... más allá de los muros de mordor el enemigo se reagrupa.
-Pues que se quede ahí -dice Gimli fumando pipa -¡Que se pudra! ¿A nosotros que nos importa?
-Nos importa porque aún hay más de 10.000 orcos rondando el camino de Frodo a la montaña -le responde Haunani con tristeza. Todos permanecen en silencio pensando al respecto
-Lo envié hacia su fin -concluye Gandalf
-Eso no es verdad -le reprocha Haunani -él mismo quiso asumirlo
-Frodo todavía tiene esperanza -dice Aragon decidido -necesita tiempo y paso libre por la llanura de Gorgoroth. Podemos dárselo
-¿Cómo? -pregunta el enano un poco confundido
-Sacando a los enemigos que podamos -le responde de nuevo el hombre -que vacíe sus tierras, debemos reunir a los hombres y marchar a la puerta negra -eso altera a todos en la sala, no era algo que esperaran
-No vamos a triunfar, usando nuestras armas -dice Eomer a Aragon
-Tal vez no, pero hay que dejar que Frodo actúe al mantener el ojo de Sauron fijo sobre nosotros. Que no vea ninguna otra cosa moviéndose.
-Distracción -dice Legolas comprendiendo el plan de su amigo
-¡Aguarda la muerte, no podríamos ganarle!... ¿Qué estamos esperando? -dice Gimli emocionado, Haunani solo se ríe mientras toma de la mano a su pareja
-Seremos el mejor señuelo que haya habido jamás -comenta la mujer con emoción
-Sauron va a sospechar la trampa -dice Gandalf a Aragon -no podrás vencerlo
-Yo creo que sí -le contradice Aragon, en su mirada se ve la decisión que posee en su alma
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Todo el ejército de hombres marchaba tras la compañía del anillo, su destino, la puerta negra y muy posiblemente la muerte. Pero eso no importaba, lo que importaba es que tenían una mínima posibilidad de derrotar a Sauron y que harían lo que fuera para acabar con ese mal de una vez.
Las tropas se organizaron a metros de distancia de la puerta negra, todos con la cara apagada y la mirada perdida, pues sabían que muchos de ellos hiban a morir; al frente, estaban Gandalf montando a Sombra Gris junto con Pippin, Legolas junto con Haunani quienes montaban a Arod el caballo que les dió Éomer en su primer encuentro, Aragon con Gimli y Éomer y Merry en sus respectivos caballos.
Esperaron un tiempo a que las tropas de orcos salieran a por ellos, pero nada pasó, así que la compañía del anillo decidió acercarse un poco más para llamar la atención de sus enemigos
-Requiero la presencia de su amo -dice con firmeza Aragon cuando ya están muy cerca de la puerta negra -se le hará justicia
Silencio, eso fue lo que recibieron como respuesta y luego las puertas se abrieron y de ellas salió un guerrero orco montando a caballo (lo cual fue raro porque normalmente montaban en los huargos)
-Mi amo Sauron el grande les da la bienvenida -les dice y los mira con burla -hay alguien con la autoridad suficiente para hablar conmigo -comenta arrogante.