Haunani se hallaba en la torre más alta del castillo del abismo mirando a su alrededor, recordando lo sucedido horas antes, los dos veían el atardecer del cuarto día en el abismo de Helm. Haunani simplemente suspira y se recuesta en el hombro de Legolas.
-¿Pasa algo? -le pregunta Legolas
-No, solo que...este momento, me parece un deja vu
-¿Un deja vu? ¿Porque?
-Cuando salvamos el reino de los enanos yo me desmayé por el cansancio. Cuando desperté fui con Gandalf a unas terrazas para ver el atardecer, justo después de que la guerra terminara justo como ahora lo hago con tigo y el paisaje que veía era idéntico al de ahora.
-Las cosas ahora, son muy parecidas a las de antes.
-Es verdad.
Legolas se quedó mirándola, su rostro se veía muy cansado, se le notaban ojeras y tenía algunos raspones en su cara, además, su pelo originalmente blanco, ahora tenía un tono grisoso por la cantidad de suciedad que había y, a pesar de su estado, a Legolas le hipnotizaba su expresión, de mucho cansancio, pero también de tranquilidad y sobre todo de alegría. El elfo pensó en lo afortunado que era al haber sobrevivido a la guerra con el amor de su vida, muchos amores se habían quebrado en la batalla, pues no todos los hombres pudieron volver con sus amores. Luego, se imaginó un increíble futuro al lado de la albina, todo era muy bueno, se imaginaba reinando con ella a su lado en Mirkwood, luego se imagino como sería su boda y se sonrojó por eso "estoy siendo muy apresurado" se regaña a sí mismo, pero soñar no hace mal a nadie, por lo que se imagino la lista de invitados "Aragon, Gimli, los hobbits y...Gandalf!". Ahora si se acuerda de su suegro y también recuerda que no le han dicho que están juntos.
-Haunani
-Sí?
-¿Cómo le diremos a Gandalf que ahora somos pareja? -pregunta el elfo un poco preocupado, Haunani al ver su cara, suelta una risita
-No tienes porque preocuparte por eso Legolas, Gandalf es muy tranquilo con esas cosas, creo que hasta lo veía venir.
-No me sorprendería, creo que mis intenciones han sido muy claras para todos...excepto tú
-Es verdad -comenta ella riéndose -soy mala para reconocer amor. Volviendo al tema anterior, si quieres, podemos buscarlo y decírselo ya -Legolas calla por unos instantes, pero luego vuelve a hablar.
-Bien, vamos a buscarlo
Bajaron de la torre y fueron al salón del rey donde sabían que lo encontraría, pues en estos momentos, Gandalf estaba haciendo el papel de concejero del rey. Efectivamente el mago se encontraba allí, Haunani se le acerco cuidadosamente y le susurro si podían salir a charlar unos asuntos importantes, Gandalf, como el gran mago que es ya sabía de que iba a ser la conversación, pero igualmente quería oírlo de los labios de su protegida y el príncipe.
-Bueno ¿De que querían hablar conmigo?
-Gandalf -llama Legolas con sumo respeto -nosotros queríamos que supiera que Haunani y yo nos amamos y quisiéramos su aprobación para estar juntos -Gandalf no se sorprende por la noticia, horas antes los había visto muy junticos, sin embargo algo le entristece. Recuerda muy bien la profecía que Galadriel les había hecho llegar a Lord Elrond y él, si ellos iban a estar juntos ahora, significaba que Haunani podría morir en un futuro cercano lo cual le angustia. Pero al final sonríe reprimiendo esos pensamientos de su cabeza para que ellos no vieran su angustia, lo importante en este momento es que ellos fueran felices.
-Si prometes cuidarla con tu vida por la eternidad, entonces te doy mi permiso y mis felicitaciones -dice al final, Haunani lo abraza con fuerza
-Lo juro -le responde Legolas mientras haunani vuelve a sus brazos, los dos se estrechan con emoción y se dan un corto beso -Juro que la protegeré con todo mi ser durante el resto de mi vida
