Devuelvan a la villana

El Nacimiento de la Llama del Invierno

Eso parecía ser todo, pero una sensación extraña invadió la corte.

-Si bien podríamos dejarlo así, ese no es el caso. Su ancestro se atrevió a robar un espécimen clase 33 que de haberse liberado sin la restricción de procreación impueta por Thomas Blanche, habría provocado el exterminio total de este universo con riesgo de escapar a otras líneas dimensionales. No solo osó usarlo conociendo las consecuencias, ustedes sabían que existía un parásito y lo ocultaron como también lo hicieron con sus semillas!-

La voz de Rothschild retumbó con furia.

-¿Qué hacen?- los Morelli y Benjamin fueron esposados para ser puestos en medio de la sala sobre uno de los cinco círculos en el piso

-Señor Neo Randor, vuelvo a preguntarle; ¿está seguro de su decisión?-

Los cuatro presidentes del concilio nos habían citado luego que Neo se haya salido de sus casillas al intentar arrojarles una silla a los Morelli. El haber gritado que se vendería al diablo, hizo que estas personas tomaran en serio su pedido de venganza y al charlarlo, mi opinión le dió valor para aceptar.

-Si, no me voy a arrepentir- tomando su mano, nos metimos en otro círculo

-Entonces, le agradecemos la iniciativa de ser el siguiente Precursor de Mundos. Como se acordó, su esposa lo seguirá como estabilizador en cada reencarnación. Aunque mucho temo decirle, que al ser una criatura artificial, necesitaremos dividir para armonizar-

Los niños fueron señalados y sin dudarlo, se metieron al círculo con nosotros.

-¡¿Qué?! ¡NO! ¡Cualquier cosa menos eso!-

Justino comenzó a forcejear con la seguridad al darse cuenta por donde iba el asunto.

-Te dije que no descansaría hasta verte arrastrándote- la cara de mi marido era la misma que puso cuando asesinó a su hermano mayor

-Un castigo ejemplar para quien perturbe la existencia de los habitantes del universo será ejecutado para que nadie en su sano juicio, vuelva a intentar lo que ustedes. La habilidad de la familia Morelli y Blanche pasará a los Randor. Inicien el proceso, de transferencia-

Encerrándonos dentro de un tubo de cristal, ambos lados empezaron a brillar. No podíamos oír nada del exterior pero al ver a esos bastardos encapsulados como gritaban mientras caían al suelo, una cortina de fuego nos envolvió.

-¡MAMÁ!- los niños se aferraron asustados cuando Neo metió la mano en el fuego

-No quema jeh! Jajaja!- animándonos, hicimos lo mismo

Un fuego blanco nos rodeó a las niñas y a mí en tanto, uno violáceo rodeó el brazo de August, uno verde el de Lara y uno azul a Pascal que movía la cola hasta que el fuego se desvaneció como llegó. Solo Neo tenía una llama roja en la mano y se burlaba del trío de lunáticos cuyos cabellos se tornaron blancos para observarnos coléricos.

Al irse el tubo que nos resguardaba, una leve ventolera sopló y el silencio de la sala era molesto al mirar a los jueces, que sonreían macabramente.

-Siendo drenados de sus habilidades, podrán pasar su estadía en la Antártida de manera más placentera- el juez Orsini prácticamente les advirtió de lo que vendría

-Con esto, termina este largo juicio que no trajo más que dolores de cabeza. Esperamos todos estén satisfechos y en cuanto a los nuevos usuarios, los felicitamos y que tengan buenas tardes-

Pese a obtener la victoria, todavía tenía un mal presentimiento. Incluso Wendy que nunca se distraía, estaba con la cabeza en otro lado por la misma sensación rara.

**
Estaba anocheciendo cuando llegamos al estacionamiento. Los hermanos Presley nos invitaron a cenar para celebrar pero luego de acomodar a los niños en las sillitas, agarraron a Pascal para acariciarlo.

De repente, Rod y Padme crearon una bola de fuego azul antes de meterlo al auto y ponerse a molestar a Neo que estaba asombrado.

-Esa llama es Verano y lo heredaron del tío Stuart. Mientras que Primavera, es como la de nuestra madre Rasleen- Kira y Fred encendieron su llama verde

-Wendy, ¡aléjalos!- Neo me usó de escudo al percatarse a que se referían

-Y la del abuelo Silver pues adivina...era la llama del invierno- nos rodearon para fastidiarlo cuando el sonido del auto arrancando, nos hizo voltear rápido.

-¿Qué demonios? ¡Los niños!- Wayne gritó

Alguien había secuestrado a nuestros hijos y la ira brotó instantáneamente.

Ahora pueden ir tranquilos a leer "Ellas me quieren muerto" que también está en el tramo final.