-¡Por supuesto! –La chica le pidió a un camarero que tomara la foto. Vaya.

-¡Eh! ¡Estoy empezando a sentir celos! –Harry se acercaba con su taza en la mano. Por fin. Pero, un momento, ¿qué hacía? ¿Era esa una forma indirecta de hacer saber que estábamos juntos?

-Yo también quiero una foto con esta chica tan guapa, si ella me lo permite, claro. –Le guiñó un ojo. Suspiré con alivio. No se refería a mí.

Esta vez me tocó a mí hacer la foto. Justo al marcharse, la chica se inclinó hacia mí para susurrar algo en mi oído. –Yo que tú no me acercaría mucho a Harry. Es mío, solo que él aún no lo sabe. –Sonrió y, sin más, salió por la puerta.

Vaya, y yo que pensaba que le agradaba. O, al menos, eso parecía, ¿no?

Nos sentamos en una mesa lo más alejada posible de la entrada, al lado de una gran ventana. Me encantaba ver a la gente pasar, me entretenía. Harry ocupó la silla en frente a la mía, al tiempo que se quitaba las gafas de sol y el gorro que llevaba. Sus rizos le tapaban los ojos, inclinó levemente la cabeza mientras la sacudía de un lado a otro para, a continuación, volver a situarlos en su sitio. No pude evitar sonreír. Estaba todo el tiempo haciéndolo y me parecía gracioso.

-¿De qué te ríes? –Preguntó Harry, su cara también reflejando una sonrisa.

-Por nada, es solo que ya ha pasado casi un mes y aún me sigues pareciendo adorable.

Harry rió irónicamente. -¿Pensabas que ibas a cansarte de mí tan pronto, nena? Eso no es posible, nadie se cansa de Harry Styles. –Sonrió mientras le daba un sorbo a su café. –Bueno, quizá sí que haya alguien…

Le miré inquisitivamente.

-Mi madre. -Rió de una forma tan infantil que me contagió al instante. Este chico no tenía remedio.

-¿Tienes ya las cosas preparadas para el viaje? ¡Nos vamos en una semana! ¿Tienes ganas? –Harry rompió el silencio que se había formado durante unos segundos. Creía haber visto algo sospechoso a través de la ventana, pero opté por ignorarlo.

-¿Estás loco? ¡Me muero por ir! Quiero volver a ver mi casa, los sitios a los que iba, a mis amigos… -Suspiré melancólicamente. -Incluso puede que te lleve al lugar en el que solíamos hacer concursos de comer perritos calientes. –Dije animadamente.

Harry abrió los ojos a más no poder. -¡¿Tú participabas en eso?! Vaya, quién lo iba a decir. Estás demasiado… -Me miró de arriba a abajo, pero al instante apartó la vista y carraspeó levemente. –…”bien”. Me refiero a que tienes muy buen cuerpo para haber comido todos esos….Bah, olvídalo. –Volvió a dar un sorbo de su taza, mirando hacia la calle. Le vi fruncir el ceño pero sus facciones se suavizaron al instante. ¿Habría notado algo extraño al igual que yo?

-Vaya, gracias. Es lo más bonito que me han dicho nunca. –Le miré divertida mientras me reía. –Pero sí, me apuntaba a todo. Aunque nunca gané, la verdad, solía comerme dos y ya sentía ganas de vomitar. Pero eran gratis. –Volví a reír al recordarlo.

-¿Tus amigos también lo hacían o eras tú la única loca que se atrevía?

Miré hacia abajo, sin saber cómo debía responder a esa pregunta. –Ermm…no, siempre iba acompañada. A mí y a…mmm, bueno, a mi mejor amigo de entonces nos encantaba hacerlo todos los años. Éramos jóvenes, ya sabes.

-¿”Tú mejor amigo de entonces”? ¿Qué pasó? –Empezó a jugar con los dedos de  mis manos. –Si quieres contármelo, claro. –Sonrió alentadoramente.

-No mucho, simplemente nos alejamos el uno del otro. La relación se enfrió, sin más. Ambos nos mudamos a Los Ángeles por trabajo, seguimos viéndonos durante un tiempo pero no funcionó. Suele pasar. –Me encogí de hombros.

Supe que no quería presionarme a contarle más, pues se levantó y me tendió la mano. –Hagamos algo hasta que sea la hora de ver a los demás. Te dejo elegir, siéntete afortunada. –Puse los ojos en blanco y le dejé que me ayudara a ponerme en pie.

En el momento en que pisamos la calle, supe que estábamos perdidos. Esto era justamente lo que había creído ver por la ventana.

Al menos una docena de paparazzis se agolpaban contra la puerta mientras una infinidad de flashes eran disparados hacia nosotros, cegándonos por momentos.

-Joder… -Escuché maldecir a Harry a mi espalda.

Intenté actuar lo más naturalmente posible que pude, sonriendo y saludando mientras ponía rumbo hacia el Range Rover negro. Continuaron siguiéndonos, no dispuestos a marcharse hasta conseguir alguna primicia. Las preguntas tampoco cesaron, entre ellas ‘¿Estáis verdaderamente juntos?’ ‘¿Hacéis esto por publicidad?’ o ‘¿Es cierto que te vas a mudar a California, Harry?’. ¿Qué?

-A la mierda. –Harry cogió firmemente mi mano y tiró de mí hacia su coche. Los nuevos flashes no se hicieron esperar.

Justo antes de trepar al asiento, un ‘felicidades, hacéis muy buena pareja’ se oyó por encima del barullo.

Harry se volvió hacia el paparazzi y, después de levantar el pulgar hacia él, soltó un sonoro ‘gracias’.

Genial.

Two Is Better Than One (Harry Styles FanFic) *En Pausa*जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें