Tenía tanto miedo de que le recriminaran eso, que la miraran mal, que simplemente le enfermaba la idea de acercárseles.

—Pero te has enfrentado a esas cosas a pesar de tener miedo, eso es lo que es ser valiente —Obito apretó ligeramente la cintura de Jin—. Una persona valiente no es quien no le teme a nada, esos son solo idiotas muy confiados o muy estúpidos, personas imprudentes que no le dan el peso adecuado a su vida Una persona verdaderamente valiente es quien, a pesar de tener miedo, sigue adelante aunque le tiemblen las piernas.

—Obito-kun... —Jin miró a Obito suavemente, sus ojos brillosos con lágrimas no derramadas y sus labios se entreabrieron para decirle algo antes de que su control de chakra se disparara y su pie se resbalara haciéndola caer— ¡Kyaaa!

—Te tengo... —Obito la apretó contra su cuerpo mientras las piernas de Jin caían incómodamente por la gravedad—. Ahora, ahora, lentamente, un paso a la vez, como lo hemos hecho desde el principio.

—S-si... —Jin se sonrojó ligeramente avergonzada por este desliz tan incomodo y de principiante.

Joder, ahora sus rostros estaban muy cerca y Obito la tenía agarrada tan firmemente que prácticamente podía sentirle todo, haciéndola sentir muy nerviosa, tímida y avergonzada.

—Lo has hecho muy bien, para estar recuperándote, lo haces muy rápido. Pronto podrás volver a ser una Kunoichi activa nuevamente —felicitó Obito—. Mira, ya estamos en la copa del árbol.

Jin sonrió ligeramente y apretó la mano de Obito con suavidad mientras ambos se sentaban en una de las ramas más gruesas y firmes, entonces ella apartó su mirada del Uchiha para mirar hacia abajo, sus pies colgando de la rama de árbol en donde estaban sentados y luego miró luego hacia el campo de entrenamiento en el cual estaban practicando su control de chakra, antes de volver su mirada hacía Obito.

El Uchiha parecía tranquilo y sereno, sus ojos oscuros mirando con apreciación el amplio campo de entrenamiento, los árboles plantados a su alrededor, el pasto verse, el cielo celeste con algunas nubes merodeando perezosamente a la vez que los suaves rayos del sol los bañan con ternura. Jin miro su cuerpo relajado, parecía tan... en paz que Jin no pudo evitar suavizar sus ojos admirando como las hojas verdes se sacudían suavemente contra sus rostros acariciándolos con travesura, sus hombros rozándose el uno al otro, sus muslos juntos traspasando el calor a través de la delgada tela de los pantalones...

Un ligero latido resonó en el pecho de Jin y sus ojos se calentaron mirando al Uchiha con dulzura, su cuerpo inclinándose inconscientemente hacia el calor del chico que, al notar el ligero acercamiento, la abrazó por el hombro pensando en que quizás le dio algo de frio el mantenerse quieta en las alturas, después de todo, ella tenía una camisa de tirantes que dejaba al descubierto sus brazos y unos pantalones cortos a mitad de muslo.

Obito miró de reojo a Jin, la cual lo miró tan cálidamente que él se sintió... extraño.

Tragando ligeramente saliva, nervioso por alguna extraña razón, para romper esta desconocida y -extraña, ¿Por qué se sentía ligeramente tenso y nervioso?- tranquila atmosfera entre ambos, ni siquiera alcanzó a separar sus labios cuando resonó un grito desde abajo.

—¡Joder!

Jin salió de su trance, sobresaltándose y pegándose un poco a Obito mientras su pierna subía uno de los muslos del chico, el cual la agarró mientras activaba su chakra para mantener su trasero pegado al árbol.

Si ella se caía, se caían los dos.

—¡Debí haberlo supuesto! —gritó Kakashi y Jin se sobresaltó apretando la mano del Uchiha— ¡Claramente tú serías la única persona con la cual Jin estaría, aunque se acabase el mundo! —exclamó con frustración y enojo Kakashi mientras pisoteaba ligeramente exasperado.

So Simp [Yandere! Uchiha Obito]Where stories live. Discover now