Capítulo 20.

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"Piensa, piensa, piensa

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"Piensa, piensa, piensa... Demonios Momo, ¿de qué carajo te sirve una cabeza tan grande si no la usas?"

El lápiz entre mis dedos revoloteaba de lado a lado rápidamente en un intento fallido por liberar parte de mi frustración.

Mis ojos no se habían despegado ni un segundo de Tzuyu desde que se sentó junto a Dahyun y mientras más la observaba, más juraba haberla visto en algún lado.

—Muy bien, entonces... Para hacer el proyecto serán equipos de dos, los cuales yo formaré.

Un coro de quejas se creó por parte del aula, yo simplemente rodeé los ojos.

—Sí, sí, aunque se quejen. De igual forma tendrán que trabajar si no quieren cero —Los calló el profesor, no le gustaba discutir con los alumnos y siempre se iba a lo más sencillo, eso me gustaba. —Bien... Entonces las parejas quedarán así...

Y empezó a formar equipos.

La verdad no me importaba mucho con quien me tocara. De una u otra forma jamás e sido de los que trabajan en equipo y siempre encuentro la manera para hacer las cosas yo sólo. Me resulta menos complicado, además, los trabajos resultan con una mejor calidad de esa manera.

—Chou Tzuyu y Bangchan

El último mencionado soltó una queja en voz baja, jamás le gustó conocer gente nueva. Por el contrario, reí ante su reacción, a pesar de que el chico a veces era un verdadero dolor de cabeza, en el fondo era buena persona.

—Kim Dahyun y Hirai Momo.

Para ser sincera, sabía que algo así pasaría. Simplemente lo sabía, así que no hubo reacción alguna de mi parte. Sin embargo, Dahyun se tensó ante la mención de mi nombre junto al suyo y volteó a verme de reojo.

No sé porqué, no entiendo que me pasó por la cabeza en ese momento pero... Le sonreí.

La chica abrió los ojos en exceso al verme y sus mejillas comenzaron a arder inevitablemente de una forma adorable.

Tzuyu la miró por unos segundos y luego se giró a verme, yo solo la saludé discretamente con un pequeño movimiento de mano. La chica no se veía contento, pero no me importó.

—Entonces, una vez aclarado lo del proyecto, pueden retirarse. —Terminó el profesor e inmediatamente todos se levantaron de sus asientos a guardar sus cosas.

Los pasillos se encontraban completamente solos, las clases habían terminado hace media hora y las únicas personas que quedaban por la escuela eran los encargados de mantenimiento y yo

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Los pasillos se encontraban completamente solos, las clases habían terminado hace media hora y las únicas personas que quedaban por la escuela eran los encargados de mantenimiento y yo.

O eso creí.

Aquél característico sonido del violín inundó mis oídos... Ya lo extrañaba, definitivamente me había hecho falta.

No pude evitar frenar en seco para escucharlo, cerré los ojos por unos segundos y tragué el nudo de nervios en mi garganta, dejándome llevar por el sonido, sin preocuparme por nada más.

Sin embargo, esta vez llegó a mi mente el suceso de la vez pasada y mi estómago se revolvió.

Detestaba la idea de alguien más junto a mi violinista, pensarlo me aborrecía, me llenaba de un sentimiento que simplemente no sabría como explicar.

No sé cómo sucedió, ni siquiera recuerdo exactamente en qué momento comencé a moverme, pero cuando menos me lo imaginaba, ya estaba parada frente a la sala de música.

Mis manos apretadas en puños a los costados y mi mirada fija en la madera de la puerta.

Esta vez no iba a huir. No de nuevo.

"Entonces... ¿Te rindes?"

La voz de Chae se escuchó cómo un eco dentro de mi cabeza, haciéndome negar un par de veces en respuesta.

"No, aún no me rindo."

Cerré lo ojos fuertemente, tomé una gran bocanada de aire y me adentré en la sala de música de esta forma. Los nervios me dominaban por completo, las manos me sudaban y las piernas me temblaban como gelatinas.

El violín se detuvo.

Nadie dijo nada, el silencio hizo de las suyas para convertir el momento en una situación rara e incómoda, haciéndome sentir idiota.

Apreté más los ojos, no estaba dispuesta a desenmascarar a mi ídolo todavía.

Muy bien, por fin había entrado a la sala de música. ¿Ahora qué?

 ¿Ahora qué?

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Amor entre cuerdas Ꞝ DahmoWhere stories live. Discover now