Capítulo 05.

357 53 2
                                    

Martes, última hora y a unos cuantos minutos de mi primer clase de tutorías

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Martes, última hora y a unos cuantos minutos de mi primer clase de tutorías.

Solté un suspiro irritada y me pasé las manos por el cabello, ignorando por completo lo que decía el profesor para finalizar la clase. Seguramente era otro de sus sermones de aliento para mejorar nuestras notas o algo así, lo típico.

Bangchan me miró por el rabillo de su hombro, frunciendo el ceño en confusión mientras pasaba suavemente un pequeño trozo de papel hacia mi pupitre.

"Súper maduro", pensé.

Rodé los ojos y desdoble el papel, leyendo el mensaje antes de hacerlo bolita en mi mano y apretarlo fuertemente.

—Entonces, eso sería todo por la clase de hoy, nos vemos mañana.

El sonido de las sillas y mochilas no tardó en aparecer. Todos se pusieron de pie bastante ansiosos con sus cosas y empezaron a trazar rumbo directo a la salida mientras Bangchan y yo nos quedábamos tranquilamente en nuestros asientos, esperando a que todos aquellos tarados dejaran el lugar a solas.

—¿Irás o no? — La mirada del chico de tez pálida y cabello negro carbón era seria.

Y, por primera vez un Martes en cuatro meses sin alguna clase de interrupciones o descanso, Hirai Momo diría " No" a una tarde llena de videojuegos, chucherías y chicas.

Demonios... Incluso me dolía el pecho de solo pensarlo.

—No — Murmuré en un tono de voz muy tenue, asegurándome de que sólo él pudiese escucharme a pesar de que ya no había nadie más en el salón. —Sabes que tengo cosas que hacer... — Tomé mi mochila y me puse de pie, mirándolo con los hombros caídos. —Que conste que me están obligando

Bangchan alzó una ceja y cruzó los brazos, sonriendo levemente.

—Diablos Momo, para ser sincero jamás creí que escucharía eso de ti — El chico avanzó hacia mí con su mochila al hombro y palmeó suavemente mi brazo mientas reía un poco, logrando irritarme en cuestión de segundos. —Nos veremos luego, entonces — Dijo por último antes de darse la vuelta y caminar a la salida.

—Sí... — Apreté los dientes y le dediqué una pequeña sonrisa forzada, aunque sinceramente se vio más como una mueca extraña que cualquier otra cosa. —Luego nos vemos, Bangchan...

—¡Por fin! — Chillé en queja al salir del salón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Por fin! — Chillé en queja al salir del salón. Las tutorías no estuvieron tan mal después de todo y realmente me sirvieron bastante para aclarar unas cuantas dudas, pero nada de aquello quitaba el hecho de que me encontraba cansada y lo único que quería en esos momentos era mandar todo a la mierda y dormir un día entero.

La emoción que detonaba mi cuerpo al caminar incluso podía asegurar que era contagiosa, no lo sé... Sólo tengo claro que de verdad ansiaba llegar a casa.

Saqué el celular del bolsillo trasero de mi pantalón y comencé a revisar un poco mis redes sociales mientras avanzaba, el aparato había sonado un par de veces durante la clase extra y la maestra realmente se había enfadado por su culpa. Así me supongo, que las nuevas noticias en la red debían ser terriblemente buenas para hacerse notar en aquellos momentos tan delicados.

—Ah... Es un maldito — Solté una carcajada divertida viendo la imagen chistosa en la pantalla de mi celular y negué con la cabeza, pasando al siguiente contenido de mi Facebook.

Todo iba bien... Pero después se puso aún mejor.

"Ese sonido..."

Mi cerebro reaccionó de inmediato. Alcé la cabeza y afiné mi sentido auditivo, dejando de caminar para lograr escuchar con mejor claridad.

Yo conocía ese sonido, sabía con certeza que ya lo había escuchado con anterioridad y definitivamente me gustaba... Quería ese sonido, lo quería cerca.

No dudé en empezar a caminar y cada vez que el sonido se volvía más fuerte, los latidos de mi corazón se aceleraban como si estuviese a punto de conocer a mi artista favorito.

—No te detengas, no te detengas, no te detengas... — Murmuraba ansiosa cuando empecé a correr por los pasillos mientras seguía el sonido, la melodía de cuerdas con notas dulces que me erizaba la piel.

Esta vez tenía la esperanza de poder grabar al menos un poco de aquello, las últimas notas, el último acorde... Lo que sea, tenia la esperanza de no quedarme con las ganas de oír más cuando la persona detrás de ese violín decidiera darle fin a mi nueva cosa favorita.

Pero cuando por fin llegué... No pude hacer nada.

Mi respiración era acelerada y sentía una pequeña capa de sudor cubriéndome el cuerpo entro mientras mi pecho subía y bajaba con velocidad frente a la sala de música, trayendo a mi mente un recuerdo vago de la semana pasada en un escenario bastante similar.

Y de nuevo, no hice nada, no pude hacer nada. Me volví a quedar estática frente la puerta mientras cerraba los ojos y echaba la cabeza hacia atrás disfrutando la música, era exactamente la misma canción que la vez pasada y el sentimiento que se sentía de cada nota seguía siendo el mismo. Cómo si aquella persona aún no lograse librarse del suceso que lo estaba inspirando en un principio, y para ser sincera, yo esperaba con emoción que no lo hiciera en mucho tiempo.

 Cómo si aquella persona aún no lograse librarse del suceso que lo estaba inspirando en un principio, y para ser sincera, yo esperaba con emoción que no lo hiciera en mucho tiempo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Amor entre cuerdas Ꞝ DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora