Capítulo 19.

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Solté otro suspiro profundo, cruzando los brazos sobre mi pecho y pensando todavía si de verdad valía la pena tener tantos post-it anaranjados en casa cuando ya no planeaba usarlos

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Solté otro suspiro profundo, cruzando los brazos sobre mi pecho y pensando todavía si de verdad valía la pena tener tantos post-it anaranjados en casa cuando ya no planeaba usarlos.

Chae llegó a mi lado a los pocos minutos, se frenó a unos pasos de distancia y permaneció en silencio, mirando. —¿Momo...?

—¿Eh? —Ni siquiera volteé a verla, mi mente seguía completamente concentrada en los pequeños cuadrados anaranjados.

—¿Qué se supone que estás haciendo?, tu comida lleva quince minutos en la mesa y sabes que detesto cuando se enfría —Su voz se escuchaba un poco irritada.

Encogí los hombros avergonzada y me giré a verla, sonriendo con inocencia. —Chae

—¿Qué? —Su entrecejo estaba arrugado en una pequeña mueca de desagrado, la chica seguía enfocada en la comida fría sobre la mesa.

Rodé los ojos internamente, ignorando por unos segundos aquél hecho. —¿Qué se supone que debería hacer con tantos post-it?

El gesto de la rubia cambió a uno confusa, cruzó los brazos sobre su pecho de forma pensativa y luego apoyó un hombro en el marco de la puerta. —Ya sabes para qué los compraste

—Lo sé —Rodé los ojos con una pequeña molestia —Pero ya no pienso volver a usarlos para eso.

Chae asintió lentamente.

—Entonces... ¿Te rindes?

Sus palabras atropellaron mi cabeza con la misma fuerza de una bala. Entre abrí la boca para hablar un par de veces pero no logré que alguna palabra saliera de mis labios, quería defenderme pero no sabía con qué o cómo.

—Ya, ya. No me vengas con tu discurso melodramático de "Ya no vale la pena hacer algo si ya hay alguien dándole cumplidos a mi amado violinista" —Su tono chillón y burlesco al decir eso logró hacerme callar por completo.

Entonces prosiguió.

—Momo... Incluso si tú mismo te escucharas al decir eso, te tomarías por tarado. Deja de utilizar excusas idiotas para encubrir el hecho de que no tienes el valor suficiente para ver a tu ídolo secreto a la cara. No digo que esté mal, quizá aún no estás lista para eso, pero por favor deja las bobadas que no gastaste tanto dinero en Post-it sólo para tirarlos a la basura, me molesta ver cómo desperdicias el dinero por un par de berrinches, ¿de acuerdo?

No me quedó de otra más que asentir ante sus palabras. En realidad no necesité pensarlo mucho porque tenía toda la razón del mundo. Aún no estaba lista para ver a mi violinista a la cara, eso era cierto.

Sin embargo, ¿cuando llegaría el momento?

—Bien, una vez entendido que estás actuando como una niñata tonta, creo que ya puedes comer, ¿o me equivoco?

—No Chae, estoy allá en un momento —Le sonreí débilmente en señal de entendimiento y ella asintió con la cabeza, regresando el pequeño gesto en mis labios antes de desaparecer completamente de mi vista.

Amor entre cuerdas Ꞝ DahmoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon