Dark Prosecutor || ChanSoo [Terminada]

XXIV

Los aliados fueron saliendo de las instalaciones Park uno a uno. Jongin frunció las cejas y sonrió al ver como Sehun estaba mordiéndose las uñas frente a él.

—Oye, tonto. No me voy a morir por una pequeñez como está. — mencionó Jongin con una sonrisa torcida. Sehun le miró y con un ligero tinte rojo en las mejillas le dio la espalda. —No me ignores, estúpido. He recibido lesiones peores y aún sigo vivo. 

—Deberías de decirle que te gusta —, hablo Chanyeol a su lado. Jongin, negó al notar que Sehun corría ahora hacia Yixing, y algunos vampiros que estaban en la zona. Miró  finalmente a Chanyeol y señaló el chaleco que estaba usando.

—Esa cosa tiene un agujero enorme. Tuviste suerte, gigante estúpido. 

—Agradecido estoy que ese idiota tuviese mala puntería, y que Kyungsoo no me dejará tranquilo hasta usar un buen chaleco antibalas—, apoyó el peso de su cuerpo en una pierna, recostó su espalda en la ambulancia y suspiró—.  Bueno... Esto solo significa que hay nuevo líder de la manada.

—No te atrevas a decir que es Jongdae, ese niño estuvo llorando un buen rato cuando me vio la venda en la pierna. No me imaginó como los miembros más jóvenes se aprovecharían del corazón de ese chico para salirse con las suyas. 

Chanyeol río, negó con la cabeza antes de quitarse el chaleco. Los vampiros estaban encargándose de limpiar cualquier rastro, los cadáveres serían usados para experimentos en la escuela de medicina. Y con la tecnología que poseían en el laboratorio de la compañía, podrían encargarse de borrar evidencia incriminatoria. Lo que quedaba era una gran cantidad de protocolos legales, documentos y pagar algunos sobornos. Ahí es donde entraban los archivos y documentos secretos que habían hackeado. 

Por parte de los sabios  y socios muertos no había problema, ellos no existían para el gobierno. El problema sería su padre, quien era un rostro reconocido a nivel internacional. Debía de brindar algún tipo de discurso público. 

—Chanyeol, eres el legítimo nuevo líder del Clan. Confió en tus decisiones.

Ser líder nunca había sido un objetivo, sueño o meta de  Chanyeol. Pero no podía negarse a tal importante hazaña, era el momento justo para enseñarle a la manada como trabajar en equipo, sacar cualquier impureza y guiar a los pequeños cachorros hacía un futuro sin dolor. 

—Aunque realmente no soy fanático de esa idea, seré responsable de mi apellido. De quien soy. La mejor forma de proteger a mi familia es estar en la cabeza —, el sol en el horizonte estaba escondiéndose, Chanyeol sonrió y con fuerza golpeo la espalda de Jongin —. Y tú te encargarás de ser mi mano derecha... y de entrenar a Jongdae. Haremos algo de relaciones exteriores con la manada italiana y rusa. Hace muchos años nos alejamos de ellos, y siento que es el momento indicado para reforzar lazos de amistad. 

Jongin asintió, de reojo observó a Sehun correr de un lado a otro ayudando a los heridos. Sonrió y miró después a su mejor amigo. 

—Señor presidente, ¿los lobos podremos estar con quienes decidamos? 

Chanyeol no respondió de inmediatamente, simplemente revolvió el cabello de Jongin y asintió. 

—Sería totalmente hipócrita que prohibiera eso. Amor es amor. Y no creo que Zhang se niegue a tener uno que otro hibrido uniendo nuestras familias. Piénsalo bien Jongin, no dejes ir a un buen partido solo por miedo —. Chanyeol recordó el rostro de su padre, sonrió nuevamente —. Nunca ocultes tus verdaderos sentimientos solo por miedo. No sabes lo importante que es comunicarse. 

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Chanyeol abrió a puerta, el dulce aroma de Kyungsoo hizo maravillas en su estado de ánimo. El pequeño vampiro le miró de vuelta. Sonrieron. Chanyeol cerró la puerta tras su espalda, corrió hacía la pequeña figura y le cargo entre sus brazos. 

—Mi amor... —, Kyungsoo se aferro a la cadera de Chanyeol usando sus piernas. Lleno el cansado rostro del fiscal de besitos, acarició su cabello y asintió ante sus propios pensamientos dejando que las lágrimas bañaran su rostro. 

—¡Sabía que lo lograrías! Nuestro bebé y yo estábamos esperándote, ¿fui un niño bueno? 

—El mejor —, respondió Chanyeol con la voz rota. 

Las masculinas manos de Chanyeol se deslizaron por la espalda de su amado, daban caricias pausadas y sin ningún signo de afán. Estaba reconociendo a su chico. Estaba marcándolo con su propio aroma. 

—¿Ahora seremos felices?

Chanyeol miró el bonito rostro de Kyungsoo, sonrió de lado y en silencio le llevo hasta el mueble de la sala. Se sentó y dejo al vampiro sobre su regazo. 

—Ahora no solo seremos felices, podremos ser libres, podré tomarte de la mano mientras caminamos sin preocupaciones por las calles. Podemos ir de viaje juntos, conocer el mundo. Podemos hacer muchas cosas, tú, yo, nuestro hijo sin temer por nuestra seguridad —, sonrió y beso los labios de su amado Kyungsoo —. Te había hecho una promesa mi niño bonito, y ahora ya puedo cumplirlo. 

—Chanyeol, la verdad no me habría molestado permanecer aquí por siempre. Lo que único que no podía soportar era la idea de perderte. 

Chanyeol atrajo el rostro de Kyungsoo hacía su pecho, ahora por fin se podía dar la oportunidad de ayudarle a Kyungsoo con su sueño de ser fotógrafo. Ya no habían obstáculos. 

—Amor —, habló Kyungsoo en voz baja —. Tú corazón esta sonando muy fuerte, hace que mis mejillas ardan y... te juro que siento a nuestro bebé moverse felizmente dentro de mi pancita. 

Kyungsoo levantó lentamente el rostro, apreció la hermosa figura ante sus ojos. Chanyeol no solo tenía facciones sumamente preciosas y masculinas, era algo más, un toque juguetón e infantil dado por sus ojos redondos y brillantes, el hoyuelo hermoso que se dibujaba en su mejilla. Tal vez podrían ser sus adorables orejas. Pero Chanyeol era lo más bonito que habían visto sus ojos. 

Embelesado, y con un ligero tinte rosa en las mejillas no perdió la oportunidad de capturar el momento. Tomó la cámara que estaba sobre la mesita junto a ellos, beso la mejilla de Chanyeol y mientras el fiscal asimilaba las acciones de su hermoso niño el flash ilumino su campo de visión por unos segundos. 

—Ahora si... el primer recuerdo que tenemos, le mostraremos esta foto a nuestro bebé cuando se agrande. Le diré que papi acababa de llegar de una enorme batalla, como todo un rey conquistador. 

Chanyeol sonrió, pero de sus ojos comenzaron a deslizarse lágrimas. Era cierto, en todo este tiempo no había tenido cabeza para tener recuerdos con su Kyungsoo, debía corregir ello lo más pronto posible. Llenaría su hogar de hermosas fotos, de notas, cartas. 

—Eres sorprendente, jamás creí que podría ser tan feliz —, dijo Chanyeol mientras Kyungsoo lamía sus lagrimas. —. Si... te amo, te amo Kyungsoo. 

Los ojos de ambos volvieron a conectarse, el destello azulado era adictivo para Chanyeol, mientras que el aroma pacifico y dulce de Chanyeol creaba estragos en el cuerpo de Kyungsoo.