XIII

165 40 16
                                    

Kyungsoo se había acostumbrado a trabajar desde muy joven, por ello ahora que estaba en la residencia Park se le hacía totalmente extraño permanecer con los brazos cruzados, las piernas alzadas y viendo dramas en la televisión.

Temprano, en la mañana, se despertó y trato de lavar los platos, pero la señora Rosa no solo le regaño, sino que, fue totalmente insistente en que debía de ponerse cómodo y disfrutar su estadía en esa hermosa cabaña como si se tratará de "vacaciones".

Luego de varios intentos fallidos en los que trato de hacer algo y no lo logro, decidió hacerle caso a la anciana mujer. Estaba ya en el quinto capítulo de una serie de romance, su pancita estaba repleta de caramelos, jugos de fruta y algunos aperitivos preparados por Rosa.

Se sentía tranquilo, el aroma de Chanyeol permanecía aún en el ambiente. Era como si hubiese hecho un nido con la ropa del fiscal. Era cómodo y calido. Probablemente podría acostumbrarse a una vida así.

—El joven Chanyeol se preocupa mucho por ti —, dijo Rosa mientras se acercaba con una bandeja nueva de galletas —. Me dio órdenes muy específicas sobre que darle de comer, cada cuánto y además el que me asegurará que tomara una siesta.

Kyungsoo abrió la boca, ladeó el rostro y luego frunció las cejas.

—Me trata como a un bebé...a veces.

—Es su forma de dar amor —, río de forma jovial. Acarició el cabello de Kyungsoo y volvió a la cocina no sin antes decirle —. La siesta inicia en una hora. El joven Chanyeol desea encontrarlo recostado en la cama, no olvide usar una pijama limpia.

Kyungsoo asintió con una sonrisa, claro que el ver dramas y ocupar su boca con comida deliciosa no era suficiente para alejar las preocupaciones que se instalaban como púas en su corazón. Era cierto que sabía de antemano que involucrarse con un hombre de tan alto nivel sería complicado, también era consciente de que había tenido mucho suerte, pues Chanyeol no lo había tomado como un pasatiempo. Lo sentía en los huesos.

Era capaz de percibir la manera dulce en la que era acariciado, los mil "te amo" que le transmitían los ojos cálidos de Chanyeol. Y ni se diga de los sentimientos que se habían alojado en su ser, él también estaba totalmente enamorado de Chanyeol, de su ternura, de su masculinidad, de su belleza, de su fuerza, de su mente e inteligencia, de su ímpetu.

—Nuevamente estás pensando mucho —, mencionó Rosa acercandose con una pequeña aspiradora. Revolvió el cabello de Kyungsoo y le sonrió. — ¿Es algo que una anciana mujer pueda al menos escuchar?

—Es... Si le soy sincero, jamás en mi vida experimente un amor tan fuerte. Amar a mis padres y a mi tía, finalmente termina siendo un amor diferente al que siento por Chanyeol. Yo... Sin intención de ofender a mi familia, siento que amo mucho más a Chanyeol. Desde el momento en el que le conocí fue tan... — Kyungsoo movió las manos tratando de poner en palabras sus pensamientos, sonrió y miró con timidez a Rosa —. Deseo ser más confiable para el, deseo que se de cuenta que puede contarme sus preocupaciones y miedos. No huire. No ahora que lo amo tanto. Lo único que me preocupa es que puedan usar a mi tía en contra de Chanyeol, él sabe lo importante que es ella para mí.

—Seguramente el joven Chanyeol ya está pensando en ello, te trajo a este sitio pensando en tu seguridad. No se le va a escapar un detalle de ese calibre. Aún así, si no estás seguro háblalo con él. Confío en que lo va a comprender. — Rosa volvió a revolver el cabello de Kyungsoo y suspiró —. Aunque no hay vínculos de sangre que me unan al joven Chanyeol, lo quiero como a mi propio hijo. Daría mi vida por él sin dudarlo dos veces... Kyungsoo, a veces la familia no es la que nos une en sangre, podemos crear familias con vínculos más fuertes. No te guardes esos miedos, él siempre tendrá tiempo para ti.

Kyungsoo sonrió, asintió nuevamente sintiendo que el peso sobre sus hombros se había vuelto más ligero. Mientras la señora Rosa iniciaba con la limpieza, terminó de comer cada bocadillo y tal como le había sido indicado subió a la recámara principal, uso una bonita pijama de rayas y tomó una siesta.

||

—Realmente la pasamos muy bien chicas, ¡Me siento rejuvenecida! —, mencionó una de las mujeres canosas.

—Aurora no dejaba de coquetear con los almirantes.

La mencionada se sonrojo, con una mueca avergonzada se despidió de sus amigas. Caminó con algo de dificultad hacia su hogar mientras jalaba una maleta.

—¿Do Aurora? —, mencionó la voz profunda y grave. La mujer miró hacia su costado, abrió la boca y sonrió al ver al hombre alto que la esperaba junto a la puerta de su humilde hogar.

—Si... Soy yo.

—Es un gusto conocerla, soy Park Chanyeol... Vengo a hablar con usted de un tema muy importante sobre Kyungsoo.

—¿Mi niño le metió en problemas?

Chanyeol negó con una sonrisa, no era capaz de decirle en ese momento que más bien era por su culpa que Kyungsoo estaba en problemas. Suspiró, tomo las maletas de la mujer y en vez de permitir que ingresara en la residencia la invitó a seguirlo hacía su automóvil.

Aurora era una mujer extranjera, había sido criada en las sangrientas calles de Italia mientras las mafias de la zona se peleaban por el territorio de tránsito de droga. Podría ser mayor, pero era perspicaz y si algo le había permitido llegar hasta esa edad era su capacidad de leer entre líneas. Si un hombre guapo, de ropa fina, carro lujoso y con el aroma de su nieto pegado al cuerpo preguntaba por ella, la mejor opción era seguirlo. Su olfato era muy fino, y percibía la dulzura de Kyungsoo en la ropa de ese hombre desde la distancia, si fuera de los "tipos" malos sentiría sus bellos ponerse de puntas, pero no era el caso. Confiaría en Chanyeol.

Dentro del auto miró a Chanyeol que conducía con facilidad entre las pequeñas calles.

—Eres el novio de mi Kyungsoo, ¿verdad? Él es un niño sincero, entrega todo de sí por quienes ama. Nunca le ha dicho a otras personas sobre nuestra condición, es reservado y muy trabajador. Te conozco... Eres el fiscal que aparece en la televisión.

—Yo... —, apretó el volante y sonrió de manera torpe. Era inevitable sonreír al ser llamado "novio", de un chico tan precioso como era Kyungsoo. Al detenerse en un semáforo en rojo giro la cabeza y miro con dulzura a la mujer. —Soy su pareja. También soy el fiscal que aparece en televisión, pero no estoy con él de forma superficial o por mera curiosidad. Mis intenciones con Kyungsoo son serias. Deseo casarme con él, marcarlo como mi Omega, tener hijos. Ese es el plan de vida que tengo... Y no me puedo permitir tener este plan de vida si usted no se encuentra a su lado, usted es su familia, es importante para él y por ende se vuelve importante para mí. Realmente esperaba tener esta conversación con usted en otro sitio... Pero ya que hace mención de ello... Deseo que me conceda ese permiso.

Aurora acarició su barbilla, frunció las cejas y chasqueo los labios.

—Querido... Kyungsoo cree que me puede engañar porque soy una mujer anciana. — Sonrió haciendo que sus arrugas fueran más notorias—. Reconozco tu olor, lo ha tenido pegado al cuerpo desde hace unos meses. Cuida de él.

Chanyeol abrió la boca, sus orejas se volvieron rojas y asintió. Volvió su atención a la carretera y en un cómodo silencio manejo rumbo a la cabaña.

Dark Prosecutor || ChanSoo [Terminada]Where stories live. Discover now