Silencio, ¿Me Escuchas?

Un nuevo descubrimiento

Capitulo 12

Kenai Ito

Lugar: Desconocido.

Estado: secuestrado.

Cuando desperté estaba muriendo de resaca, fui conciente que tenía puesta una Cadena de hierro de acero inoxidable en el tobillo cuando me levanté y me peso el pie.

Mire a mí alrededor intentando recordar que había pasado.

—Que mierda pasó anoche?

Me quedo atónito cuando escucho de algún lado de la habitación una voz... Es la voz de ella.
Pero, es por un alta voz. Alzo la mirada a los puntos de la habitación y veo unas cámaras y en otra esquina un altavoz de una potencia.

—Pues, mira por ti mismo que sucedió. Solo para resfrezcarte la memoria.

El televisor se enciende y se muestra la grabación de anoche, cuando entre mareado a este lugar y hablé unas cuantas cosas con ella y caí rendido a la cama. Ato la cadena a mí pie, aseguro la puerta trasera, dejo comida en buen estado en la nevera, afilo los... Cuchillos y reviso que todo estuviera en buen estado con algo de prisa y luego se fue. El televisor se apaga.

Vaya... Que, considerada.

—Gracias..?

Miro mi tobillo izquierdo.

—¿Y esto? Hasta donde llega?—Pregunto curioso.

—Mira a tu alrededor y dime 3 límites que crees que no llegues con esa cadena.

Miro a mí alrededor, y miro la cámara donde ella me está observando, tranquilamente observo todo.

—Okay, esos tres lugares sería la puerta trasera, la pequeña ventana en el baño y la puerta principal donde me trajiste, secuestrado y ebrio

—Ay que chillón, no te secuestré. Solo te até con una buena cuerda, te seduci, te emborrache, te amenaze y te subí al auto, te volví a amenazar, y al final te apunte con un arma.—Termina de renombrar sus crimenes. Pequeños a los ojos de una asesina fría como ella.

—No, obvio no lo hiciste.—Digo con ironía.

Pasan unos segundos y enciende el televisor, pero como la cámara parpadea en una luz roja me doy cuenta que aún me sigue viendo.

—¿Qué?—Miro la cámara y luego la televisión en repetidas veces.

Cuánto tiempo estaré aquí?

—Oye...—Suspiro—Me quiero bañar, ¿Me seguirás viendo? Donde hay toallas o ropa?

—En la primera gaveta se encuentran toallas en la segunda sábanas y fundas para tus almohadas, tercera ropa interior.—Abro los ojos ligeramente al escuchar lo último, aunque luego continúa.

—En la cuarta camisas y suéters en la quinta pijamas, en la gaveta de dos espacios encuentras pantalones de todo tipo en el otro zapatos.

—Tan planeado estaba?—Pregunto un poco indignado.

—Mas planeado que el matrimonio de tus padres.